Sansone Materiales cumplió 50 años con varios proyectos para seguir creciendo

La empresa marcó un antes y un después en la historia de los corralones en Salta. Fueron pioneros en el pavimento articulado, y ahora apuntan a crecer en sucursales.

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Daniel Sansone.
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Gabriela Sansone.
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Alfonso Sansone.

En 1962, don Alfonso Sansone comenzó vendiendo maderas en un pequeño corralón ubicado en Almirante Brown 48. Su hermano Enrique se encargaba de mandarle el material desde Tartagal para su comercialización en la capital. Al poco tiempo de instalar su negocio, la empresa Terrabusi le ofreció ser gerente de la marca y además le compró el galpón donde estaba funcionando el corralón, por lo que su proyecto quedó postergado.


Pero después de permanecer alejado del movimiento comercial durante unos seis años, decidió volver al ruedo y en los ‘70 adquirió el local en el que el Ingeniero Moyano vendía bloques y había montado la única empresa de áridos en Salta.

En 1971, Alfonso terminó de acomodarse en la avenida Virrey Toledo 753 y allí fue cuando surgió con fuerza el corralón Sansone Materiales, en el que los clientes podían encontrar maderas de excelente calidad y también distintas variedades de hierro.

Tras el fallecimiento de don Sansone, en 1974, sus hijos Guillermo, Graciela y Daniel quedaron a cargo de la empresa. Posteriormente, la hermana optó por seguir otro rumbo, así que los dos varones continuaron con el legado comercial de su padre. 

“Me acuerdo que cuando tenía 15 años, en verano todos mis amigos se iban a la pileta de Gimnasia y Tiro y yo estaba encerrado y muerto de calor en la oficina del corralón porque mi papá me llevaba a trabajar con él. Me quejé tantas veces de eso y él siempre me decía ´acá vas a aprender, te vas a hacer el hábito de venir a trabajar´y ¡cuánta razón tenía!”, recordó Daniel Sansone en una entrevista con IN Salta.

A pesar de que al principio Guillermo y Daniel estaban un poco desconcertados con el manejo del corralón, no tardaron demasiado en adaptarse y potenciar su crecimiento. En ese tiempo abrieron una sucursal en calle Jujuy 623 y luego decidieron expandirse aún más y así fue que llegaron con Sansone Materiales a San Salvador de Jujuy.

Luego de conseguir la distribución de tacos Fisher en el ‘76 y de traer la distribución del cemento Loma Negra a Salta en el ‘85, los hermanos Sansone comenzaron a comercializar sus productos afuera de Salta, lo que oxigenó la economía de la empresa y les permitió incorporar la venta de sanitarios, grifería y productos para techos.

A lo largo de esos años, mantuvieron las ventas, diversificaron la oferta y también llegaron a nuevos clientes. Pero debido a las reiteradas crisis en Argentina, en los ‘90 tomaron caminos separados. Guillermo se quedó con los negocios en Jujuy y Daniel se hizo cargo de Sansone Materiales en Salta.

La reinvención

Daniel Sansone sacó a flote su negocio en las épocas más complejas de la economía de nuestro país, aunque asegura que los años de estudio de ingeniería y abogacía no le enseñaron tanto como su papá esas tardes en que lo dejaba reflexionando en su oficina.

Del 2001 al 2010, su empresa tuvo un crecimiento exponencial porque supo aprovechar las épocas de crtecimiento y también capitalizar las oportunidades que surgieron en los momentos de crisis.

El secreto de Sansone fue reinventarse porque, así como la economía argentina siempre fue fluctuante, la demanda también. En este contexto, la necesidad de incorporar novedades para la venta fue evidente y el pavimento articulado apareció entones como una gran apuesta de la empresa familiar que hasta instaló una fábrica en el Parque Industrial para elaborarlo.

“En épocas de quietud donde el dólar se mantiene, podés trabajar muy bien. Podés vender tranquilo sabiendo que reponés. Ese pensamiento me dio ventaja en las épocas complejas, donde había aumentos de mercadería y devaluación. Yo aprendí a vender sin perder el stock. A lo largo de estos años, aprendí que el comercio es un arte y es pura estrategia. Tenés que encontrarle la vuelta y eso es lo que trato de transmitirles a mis hijos”, reflexionó Daniel durante su diálogo con IN Salta.

En los primeros tiempos, Daniel salía a buscar a sus clientes pero luego fueron los ingenieros, arquitectos y maestros mayores de obra los que se acercaban a sus locales para proveerse de materiales. Actualmente, la empresa se ha convertido en un gran corralón mayorista, que está siendo administrada  -cada vez más- por la tercera generación de los Sansone.

“Cuando miro para atrás, me pongo contento por todo lo que lorgé. Yo creo que no existe la suerte, sino la persistencia, la perseverancia. A mis hijos les enseñé eso, la conducta de trabajo honrado”, agregó.


La renovación

De los 5 hijos de Daniel, sólo tres se dedican a la empresa. Gabriela, la mayor, se ocupa de todas las cuestiones administrativas como las compras y el trato con proveedores; mientras que Alfonso, el menor, maneja la parte gruesa de las ventas: trata con las empresas constructoras y los corralones. Otra de sus hijas, Mary Lourdes, también colabora con la administración.

“Estoy tratando de delegar cada vez más; tengo que hacerlo, mis hijos ya son grandes. Si todo sale bien, el año que viene me jubilo. No voy a dejar nunca de tomar decisiones respecto de mi empresa, pero confío plenamente en ellos”- dijo Daniel Sansone a IN Salta.

El desafío para ellos -por pedido expreso de su padre-, será abrir las sucursales de Sansone Materiales en la avenida Bolivia y en la calle Balcarce.

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