Según fuentes oficiales las negociaciones para que la carne argentina llegue a la potencia de Norteamérica arrancarían con una cuota de 20.000 toneladas anuales (desglosados en un 80% carne magra y un 20% de cortes premium), lo que representa un valor de 150 a 180 millones de dólares, mientras que las exportaciones que superen ese volumen deberán abonar un arancel de ingreso del 26,4%.
El anunció se dio días previos a la Cumbre del G20 en Buenos Aires. El posible ingreso de US$ 180 millones anuales estimula a todo el sector. Si bien la espera de esta “reapertura” data hace ya 17 años, desde el 2015, tras ganar el caso de las carnes en la Organización Mundial del Comercio (OMC), el país ya se preparaba para ingresar nuevamente al mercado mundial como exportador de carne bovina.
¿Por qué argentina dejó de exportar hacia a EEUU? En marzo de 2001 el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), reconocía en el país y al mundo, la existencia de fiebre aftosa, una enfermedad epidémica que se expandía en los rodeos de distintas provincias. Así, se desplomaba el reconocimiento de diez años de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) de “país libre de fiebre aftosa sin vacunación”, trayendo como consecuencia la pérdida del status sanitario para comercializar y el cierre de las ventas hacia las principales potencias, entre ellas la norteamerica.
Estados Unidos impuso medidas para prohibir el ingreso de carne vacuna refrigerada o congelada desde todo el territorio argentino, y de animales, carnes y productos de ese origen procedentes de la patagonia, zona de mayor dificultad. Argentina, aislada casi totalmente del circuito comercial internacional, encaró un plan de erradicación de la epidemia con los productores como ejecutores de las políticas nacionales delineadas por el SENASA.
Desde 2007 a 2014, la OIE otorgó la aprobación como zona libre de Fiebre Aftosa (FA), con y sin vacunación según cada región: al Centro Norte, a la zona de Patagonia; al Cordón Fronterizo y -cerrando el mal periodo-, al sector Patagonia Norte A. En 2012, el Gobierno Nacional, con apoyo del Instituto de la Promoción de Carne Vacuna Argentina (IPCVA), entidad que agrupa a productores e industriales, llevó el caso a la OMC.
En 2015, la OMC falló a favor del país para que las medidas impuestas por Estados Unidos se levantaran debido a la incompatibilidad de condiciones argumentadas según el Acuerdo sobre Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) de la entidad multilateral, y la discriminación arbitraria e injustificada por parte de éste respecto de países (miembros de la OMC) que presentaban iguales condiciones.
La liberación hacia el mercado estadounidense se logró hace dos años y medio, pero entonces las relaciones políticas entre ambos países no eran del todo favorables, produciendo un estancamiento en el proceso.
Hoy, el contexto da un giro, y con esta reapertura hay muchas expectativas: abrir al mercado mundial otros productos argentinos, afianzar los circuitos comerciales existentes con otros países, y extenderlos a nuevos horizontes.
¿Y Jujuy?
La provincia también trabaja para abrirse hacia nuevos horizontes productivos. Durante en el Foro Internacional de inversiones, organizado por el Council of the Americas, en el marco del G20, el gobernador Gerardo Morales, presentó al mundo un Jujuy potenciado por los logros político-comerciales alcanzados con otros países dejando atrás una tradición productiva centrada en la caña, el azúcar y el tabaco.
Uno de esos logros es la vinculación con China, centrada en la generación de energías renovables y nuevas tecnologías. Esta vinculación se encuentra en crecimiento y dándose paso con la construcción de la Planta Solar Cauchari de 300 Mw y su ampliación pactada con la compañía Shanghai Electric. A esto, se suma el nuevo acuerdo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y la Agencia Francesa de Desarrollo para la construcción de plantas fotovoltaicas para generación de 95Mw.
La venta del litio hacia Japón y Corea del Sur, por su parte, instala a Jujuy como nueva gran proveedora, con la exportación de cien mil toneladas proyectadas en los próximos cuatro años, con una inversión de mil millones de dólares. Asimismo, la liberación de 800 mil hectáreas de reservas mineras de cobre, polimetálicas y litio, con miras a poner en marcha inversiones en exploración, permiten vislumbrar que Jujuy todavía puede proyectarse en función de sus minerales metalíferos.
“Jujuy se prepara para afrontar los desafíos que deparan los cambios en el mundo”, valoró Gerardo Morales en el Foro Internacional. Así lo espera una provincia rica en recursos, aunque todavía emergente y sin la totalidad de su ciudadanía con condiciones de trabajo o productividad estable o inversiones que permitan asegurarlo en lo próximo.
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