Estamos de acuerdo que un fanático de Coca-Cola jamás cedería a los encantos de una Pepsi, y viceversa. O que un fundamentalista de Apple no compraría un teléfono Samsung, aunque compartan idénticas funciones. Sea porque ya conoce la calidad y características del producto o servicio en cuestión, o porque elige hacerlo por primera vez, en función de recomendaciones o acciones publicitarias; el consumidor lo que hace es elegir una marca. Y cuando lo hace, está premiando el esfuerzo del dueño de esa marca. Pero, ¿Quién es dueño de una marca? En Argentina por regla general, no hay marca sin el debido registro. El sistema atribuye el derecho de propiedad exclusivo de la marca a quien obtiene su registro en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI). Sin el registro, no hay derecho a explotarla y tampoco a impedir que terceros la utilicen, dejando el futuro de tal marca a la deriva.
Probablemente estimado lector, su marca no sea Levi's, Google ni Adidas; pero creer que el registro es cuestión de corporaciones internacionales es el error más común que cometen las pequeñas y medianas empresas.
Registrar una marca no es complejo ni hacen falta grandes capitales. Tratándose de un trámite que requiere documentación sencilla, con aranceles accesibles (actualmente $ 4.641) y cuyo registro tiene una duración de 10 años sin gastos de mantenimiento; resulta recomendable para toda PyME operar comercialmente segura, es decir con la marca registrada.
Sabemos que las PyMEs enfrentan desafíos quizás más acuciantes que la falta de registro de su marca, pero es una cuestión que no debe perderse de vista en el mediano plazo.
¿Debería ser una prioridad registrar la marca de su empresa o emprendimiento? Para ayudar con la respuesta, le dejamos 8 situaciones que puede estar enfrentando su empresa hoy. La matemática es simple, a mayor cantidad de respuestas positivas, mayor urgencia en iniciar el registro.
1. Tengo presencia en Internet. ¿Su empresa tiene redes sociales, canales de venta online y/o un dominio web? Si la respuesta es afirmativa, tenga en cuenta que su marca se encuentra expuesta no sólo al mercado local sino a los ojos del mundo.
2. Invierto en mi imagen corporativa. ¿Gasta un dineral en diseño gráfico, impresión de folletos, bolsas y merchandising corporativo? ¿Tiene una oficina decorada con los colores de la marca, un vehículo ploteado? Si no tiene su marca registrada, podría perder toda la inversión, ya que un tercero puede intimar a que cese inmediatamente el uso de tal.
3. Estoy en crecimiento. ¿Planea expandir su negocio con nuevas sucursales? Con el registro puede autorizar legalmente su uso a terceros. ¿Cree que tiene un negocio ideal para franquiciar? Tener la marca registrada es un requisito esencial para crear una franquicia.
4. Tengo competencia desleal. ¿Tiene un servicio o producto de calidad, reconocido por sus clientes y que la competencia continuamente cita para sacar provecho propio? No permita que la competencia confunda a sus clientes. Con la marca registrada, puede repeler el uso indebido de terceros.
5. Mi marca es interesante y novedosa. ¿El nombre de su marca es creativo? ¿Tiene un diseño cautivante, ideal para el rubro en el que opera? ¿Tiene un eslogan ingenioso? Las marcas creativas son más propensas a sufrir plagio. Nombrar un negocio es en ocasiones la parte más difícil; si pudo lograrlo con éxito, no lo pierda.
6. Quiero vender mi negocio. ¿Va a vender el fondo de comercio? ¿Va a ceder las cuotas o acciones sociales? Una marca registrada es un activo con valor comercial. Un negocio con marca registrada aumenta su precio de mercado.
7. Tengo años de trayectoria. ¿Utiliza la marca desde hace años? ¿Tiene una clientela constituida alrededor de ella? Cuídala. Sin el registro podría verse en el futuro obligado a cambiar el nombre, la forma, los colores y demás. Incluso su clientela podría verse desviada hacia quien efectivamente registre dicha marca.
8. Estoy diversificando mi empresa. ¿Quiere introducir nuevas líneas de productos o servicios? Utilice la marca de productos que ya tiene y gozan de prestigio para conquistar nuevos mercados. Una misma marca puede ser utilizada para diferentes clases, siempre que esté debidamente registrada.
¿Cuántas respuestas positivas obtuvo? Tan solo una constituye una buena razón para invertir en el registro de su marca. Es posible iniciar el registro por su cuenta, es decir sin abogado o agente de propiedad industrial. Sin embargo, siempre es recomendable asesorarse con un profesional en la materia para clasificar la marca en forma correcta, minimizar los riesgos de oposiciones y contratar servicios de vigilancia marcaria para la protección de sus intereses.
Registrar la marca de su empresa es una forma de agregar valor a la misma. No se trata solo de proteger un activo intangible, sino también de diferenciar su producto o servicio de la competencia, garantizar un estándar de calidad y especialmente, fidelizar clientes.