En la cultura digital, surge el “sharenting”, fenómeno que protagonizan los padres y consiste en compartir la crianza de los propios hijos, sobrinos, ahijados y nietos en Internet. Tienen la intención de registrar momentos importantes en el crecimiento de sus hijos a través contenidos, fotos y videos.
Se comparte la crianza, exponiendo la vida privada de los chicos, con huellas digitales que conforman sus identidades digitales, sin su consentimiento y afectando, sin ser conscientes, la intimidad, imagen, reputación virtual, seguridad y sobre todo el derecho a la privacidad personal. No salen a la calle a repartir fotos de sus hijos, pero en las redes sociales si lo hacen, exponen la vida de los niños y niñas frente a conocidos y desconocidos.
El crecimiento del sharenting es evidente, al respecto la empresa de seguridad informática AVG realizó encuestas a 2 mil padres en 10 países del mundo, y descubrió que el 81% de los bebes, niños y niñas, menores de 2 años de edad ya cuentan con un perfil social en las redes sociales.
En Argentina, en 2018, se investigó este fenómeno de compartir la crianza de los chicos en la cultura virtual. Desde el Programa “Navegación Segura en internet” en conjunto con el Instituto de Estadísticas de Defensor del Pueblo de Córdoba (INEDEP) se encuestó a más de 500 adultos mayores de 15 años de la ciudad de Córdoba. Entre los datos, se destacan que el 70% de los padres encuestados admitieron compartir la crianza de los chicos en internet, el 98% muestra los rostros de los mismos, el 29% expone imágenes con desnudez, el 27% comparte imágenes con el uniforme escolar, el 23% publica con geolocalización y el 54% publica contenidos que ridiculizan a los chicos.
Compartir la crianza de los chicos, se constituye así en una práctica riesgosa que facilitan las posibilidades de robo de datos y la suplantación de identidad, por un lado. También demuestran que vulneran la seguridad de los chicos a través de publicaciones con geolocalización de forma anticipada y/o en tiempo real, o bien con el informe del colegio escolar.
Otros riesgos que se generan con la extrema exposición de la identidad digital de los chicos son el “ciberbullying”, el cual se refiere al ciberacoso entre niños, niñas y adolescentes, en edad escolar, ya que los chicos pueden utilizar esas imágenes que los ridiculizan para humillarlos; y el otro riesgo es el “grooming”, delito del acoso sexual virtual contra niños, niñas y adolescentes por parte de un adulto, porque la información que exponen los padres serán utilizadas por los acosadores para contactarse y ganarse la confianza de los chicos para obtener imágenes sexuales y encuentros con ellos.
Los padres desconocen que internet no tiene derecho al olvido y que todo lo que publican puede viralizarse perdiendo el control sobre ello, tampoco reflexionan sobre el hecho de crear la identidad digital de sus hijos, sin sus consentimientos y que la misma está expuesta a diferentes peligros latentes en internet.
Los adolescentes ya manifestaron a sus padres que sus publicaciones perjudican su reputación en las redes, la cual forma parte de la identidad digital adolescente, tan importante para ellos, quienes están consolidando su quien soy. Lo óptimo sería que los chicos cuando crezcan decidan las huellas digitales que quieren publicar y cuáles no, construyan su identidad digital, a partir de ejercer su ciudadanía digital consciente y responsable.
El riesgo de exponer la crianza se incrementa cuando son, al mismo tiempo, víctimas del fenómeno de la “hipersexualización infantil”, el cual promueve una sexualidad más temprana. Se comunican mensajes e imágenes donde se exhiben a los chicos como objetos sexuales como si fueran mini adultos, por ejemplo, a través de su vestimenta. Las niñas y adolescentes, son las principales víctimas de la hipersexualización, expresión de la violencia hacia las mujeres, posicionándolas en potenciales víctimas de la “pornografía infantil” y otros peligros.
La pornografía infantil se desarrolla y potencia por las posibilidades que brinda internet, por su parte, Argentina, es uno de los 10 países a nivel mundial donde más se consume y distribuye pornografía infantil, según comunico el Centro de Información Judicial (CIJ) abocado a la investigación con tecnología.
Los delitos de la producción, tenencia, distribución y comercialización de contenidos de pornografía infantil crecen, y aun muchos adultos lo desconocen, estos contenidos implican toda representación gráfica de bebes, niños, niñas y adolescentes, menores a 18 años, dedicada a actividades sexuales explicitas y/o a la exposición de sus partes genitales con fines sexuales. La exposición exagerada de la vida de los chicos puede generar que los mismos sean contenidos de la pornografía infantil, considerando que el 50% de las fotos posteadas son extraídas para ser parte de los sitios pornográficos según estudio del Comisionado de Seguridad Electrónica de Australia, es decir, sin darnos cuenta, facilitamos imágenes de nuestros hijos para ser utilizado como material pornográfico a nivel mundial.
El caso de Mirko, el hijo de Marley, es un ejemplo de la convergencia de los fenómenos del sharenting, la hipersexualización y posiblemente de la pornografía infantil porque reúne todos los requisitos. Un ejemplo, de lo que no tenemos que hacer, en primer lugar, su propio padre le creo perfiles con su nombre en Facebook, Instagram e YouTube, los mismos ya cuentan con millones de seguidores, él bebe ya tiene un alto nivel de exposición intencional. En su perfil en Facebook se publicó una imagen de Mirko con una toalla cubriendo su zona intima, con la frase: “Mi cuerpo es de admiración. A ver cuantas personitas comparten mi fotito de primero de abril”, invitando a la viralizacion de su foto con semidesnudez.
Para proteger a los chicos y disminuir los riesgos se recomienda reflexionar lo siguiente:
- Recordar que las imágenes que se publican pueden llegar a ser extraídas para ser material de pornografía infantil.
- Si se decide compartir la vida de sus hijos, no aceptar solicitudes de amistades de desconocidos o bien configurar privacidad.
- No exponer imágenes con desnudez o semidesnudez.
- No exponer fotos con uniformes del colegio escolar, se brinda el dato del domicilio educativo.
- No publicar contenidos con geolozalizacion con anticipación o en tiempo real
- Considerar que en internet todo puede viralizarse y llegar a ser manipulado por diferentes motivos.
- Configurar contraseñas seguras y no compartirlas.
¡Los padres con ciudadanía digital consciente y responsable, podemos y debemos proteger digitalmente a los chicos frente a los peligros en internet!