“Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19”es el título del 7º informe de la Comisión Económica para América Latica y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas (ONU), y que en 27 páginas condensa datos, análisis y propuestas para los gobiernos, que también son para la inversión y la planificación de negocios de impacto.
El informe analiza lo que se puede y lo que impide la digitalización y atiende también a cómo las soluciones digitales lo fueron ante las medidas como la cuarentena y el distanciamiento social. El documento propone, además, medidas en el área de la conectividad y la economía digital para una reactivación inclusiva.
“Entre el primer y segundo trimestre de 2020, el uso de soluciones de teletrabajo aumentó un 324% y la educación en línea, más del 60%”, o que “en los países de la región, la concurrencia a locales de venta de alimentos y farmacias disminuyó un 51%, a establecimientos de comercio de productos no esenciales y esparcimiento, cerca de un 75%, y a lugares de trabajo, alrededor de un 45%”, son datos que deja fijados la CEPAL en este informe publicado hace menos de una semana, que a la vez que describe la tendencia de las relaciones productivas, también advierte que en 2019, dos tercios de los habitantes de la región (todo el Caribe y toda Latinoamérica) tenían conexión a Internet, mientras que todo un tercio restante de la población o no tenía o tenía un acceso limitado a las tecnologías digitales debido a su condición económica y social, en particular su edad y localización.
“En 12 países de la región, la cifra de los hogares del quintil de ingresos más alto (quintil V) que tiene conexión a Internet es un 81%, en promedio; las cifras correspondientes a los hogares del primer y segundo quintil es del 38% y el 53% respectivamente (…) En países como el Brasil y Chile, más del 60% de los hogares de los hogares del primer quintil tiene conexión a Internet, mientras que en Bolivia (Estado Plurinacional de), el Paraguay y el Perú, solo el 3% la tiene”. Y hay datos que confirman que esto no queda aquí sino que deviene en consecuencias a futuro: “El 46% de los niños y niñas de entre 5 y 12 años de la región vive en hogares que no están conectados a Internet. En los países respecto de los que se cuenta con información, esto implica la exclusión de más de 32 millones de niños y niñas”.
Pero planificamos y votamos y trabajamos porque pensamos que hay todavía por hacer, y que quienes tienen poder de decisión en los Estados pueden pensar un futuro aunque sea un poco menos hostil. La CEPAL advierte que “la aceleración de la transformación digital productiva y de consumo es inevitable”, y aun así propone pensar atravesar la actual crisis económica y transitar hacia una “nueva realidad” que tenga como prioridades: bienestar social, resiliencia productiva y sostenibilidad; todo para aportar a modelos de negocios y de consumos en línea, y modelos de producción inteligente.
El informe es riquísimo, lo podés descargar para tener en cuenta y compartir los datos aquí.