Nos referimos a lo inesperado, a lo cambiante de la vida en todos sus aspectos. Nos invade el miedo ante lo incierto. Esto se convierte en algo negativo para nosotros. La clave está en tomarla como un ofrecimiento hacia nuevas oportunidades, cambiando estructuras y a esa excesiva planificación.
Guardamos enorme fe en modelos y escenarios construidos por técnicas estadísticas, que mitigan el riesgo que no estamos dispuestos a enfrentar. Nos aferramos a ellos.
En “tiempos de pandemia” habría que dejar de lado todo esto. Nos hemos comprometido en contratos privados, donde las variables que presuponíamos dadas, no sucedieron. Debemos reconocer que estamos en una situación en que ambas partes desconocen que pasará en el futuro y, por último, aceptar que ambas partes deben, por lo tanto, compartir el riesgo. Negociemos con humildad, sabiendo que el verdadero liderazgo, implicaría que un acuerdo constructivo y equilibrado tendrá ramificaciones positivas para casos futuros. Como dice Campbell, más allá del mundo de opuestos hay una invisible, pero experimentada, unidad e identidad en todos nosotros.
En materia financiera, solemos aferrarnos a lo cierto. Y lo único cierto hoy es la moneda estadounidense o cualquier instrumento financiero que vaya de la mano al dólar. No es falta de patriotismo, es la simple necesidad al refugio financiero. Los controles y retenciones en los mercados dentro de nuestro país hacen que una sola moneda, tenga muchísimos precios. Debemos saber cuál es el más bajo para comprar y el más alto para vender. Para eso debemos asesorarnos.
Lo vimos calmado en este tiempo, pero dado que el gobierno nacional no logra terminar con el déficit fiscal, las cuentas no cierran y contamos con un gobierno que nos cambia las reglas de juego constantemente, estamos viendo que está empezando a subir de a poquito. Lo ideal, como decíamos antes, es comprar lo mas barato posible y con la mayor seguridad. Esto se logra en el mercado de valores, con una cuenta local totalmente regulada y controlada. Sin límites de compra y totalmente on-line.
A su vez, si debemos concretar un contrato en estos tiempos, también debemos contar con la escasa información cierta y con conocimientos. La idea central es tomar las mejores decisiones en tiempos de pandemia, tiempos de incertidumbre.