El auge del litio abrió una nueva etapa productiva, pero también plantea preguntas sobre el modelo de crecimiento. El objetivo ahora es que ese impulso no quede concentrado en pocas manos ni en un único sector. “Que el boom del litio no deje atrás la Quebrada, las Yungas o los valles interiores”, repiten voces locales que piden un desarrollo más inclusivo.
La sustentabilidad social y ecológica ocupa un lugar central en el debate. Si bien la minería genera empleo y divisas, también trae aparejadas tensiones ambientales y comunitarias vinculadas al uso del agua y a los impactos sobre los ecosistemas. El equilibrio será la clave: explotar con control, distribuir con justicia y producir con responsabilidad.
Por eso, Jujuy necesita fortalecer su entramado productivo local, impulsando a las PyMEs, al turismo, a la agricultura y a las economías regionales, para evitar depender exclusivamente de las grandes empresas globales o de un puñado de proyectos mineros.
El desafío no es menor: convertir el crecimiento en desarrollo sostenible e inclusivo, donde cada región y cada comunidad sean parte activa del futuro económico jujeño.