Por primera vez se comercializarán semillas de cannabis medicinal con tecnología CONICET

El CONICET otorgó la licencia de dos variedades de semillas, “Pachamama” y “Malvina”, a la empresa de Puerto Madryn Whale Leaf Farm. Éstas y cuatro variedades más están inscritas en el registro del Instituto Nacional de Semillas (INASE).

Por primera vez seis variedades de semillas de cannabis con tecnología del CONICET se inscribieron en el registro del Instituto Nacional de Semillas (INASE). Asimismo semillas y clones de dos variedades, “Pachamama” y “Malvina”, se comercializará y distribuirá con fines medicinales a través de una licencia otorgada por el CONICET a la empresa de Puerto Madryn Whale Leaf Farm. En el acto de lanzamiento de las semillas de Cannabis CONICET, realizado en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), en la ciudad de Buenos Aires, la presidenta del CONICET Ana Franchi remarcó la importancia de la articulación que se llevó adelante entre el Consejo, una universidad nacional y un hospital público para crear la Empresa de Base Tecnológica Cannabis CONICET. Asimismo, resaltó que es de gran relevancia la continuidad en la inversión en ciencia y tecnología por parte del Estado y también destacó que es clave articular y generar sinergia entre el ámbito público y privado como en este caso con una PyMe de Puerto Madryn para generar productos que lleguen a la sociedad. Y expresó: “Esta licencia es un acuerdo público-privado que se hace realidad gracias al trabajo de investigación en ciencia y tecnología y al fortalecimiento que hemos estado haciendo en vinculación tecnológica. Felicitó al equipo de investigación del CENPAT, el CONICET tiene grupos de científicos y científicas que investigan el cannabis medicinal, por lo tanto continuamos apoyando fuertemente el desarrollo y la aprobación de la nueva ley que nos permite, dentro de todo lo que son los aportes tradicionales, trabajar, investigar y desarrollar, como por ejemplo estas semillas”.

El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, felicitó a las y los presentes y afirmó: “Todo esto es posible gracias al esfuerzo de muchas científicas y científicos. Quiero felicitar a Ana (Franchi), por tener y construir una mirada del CONICET de la cual hoy estamos orgullosos. Una mirada que también piense en cuánto de la investigación que se hace tiene que ver con mejorar la calidad de vida de nuestra gente”. “Es bueno plantear esto en este momento, cuando estamos discutiendo el papel tanto de la ciencia como de las universidades y esto va de la mano de la concientización ciudadana respecto del papel de la ciencia, de la salud”, continuó el Ministro de Ciencia. Asimismo Filmus destacó la importancia de la soberanía sobre las semillas y señaló: “Esto es posible porque hay ciertas miradas y perspectivas en debate, y una articulación público-privada que es fundamental y virtuosa. Felicitaciones por los grandes pasos que han dado en este último tiempo”.

“Nos da mucha alegría ver cómo después de trabajar tantos años sin un marco regulatorio, se puedan realizar estudios científicos bajo una normativa legal para comenzar a responder tanto a necesidades medicinales como a oportunidades de crecimiento en la industria del país”, afirmó Gregorio Bigatti, investigador del CONICET y uno de los coordinadores científicos de Cannabis CONICET que lideró los desarrollos de las seis variedades de cannabis medicinal en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT), un centro científico tecnológico del CONICET (CCT-CONICET-CENPAT), en Puerto Madryn. Y agregó: “Además de ‘Pachamama’ y ‘Malvina’, también podrán licenciarse a empresas para su comercialización las otras cuatro variedades que desarrollamos: ‘CONICET’, ‘Ballena franca’, ‘Mariquita’ y ‘CENPAT’”.

“Sentimos un orgullo y una satisfacción muy grande. Obtener el registro de propiedad de seis cultivares por parte del INASE es el resultado de un largo camino recorrido donde pusimos todo nuestro conocimiento y experiencia al servicio del desarrollo del sistema científico argentino”, afirmó Silvia Kochen, coordinadora científica de Cannabis CONICET y también de la Red de Cannabis de Uso Medicinal e Industrial del CONICET (RACME-CONICET). Y destacó que el lanzamiento de semillas de cannabis con tecnología CONICET “es un hito que nos permitirá como empresa dar pasos sólidos en la incipiente industria del cannabis medicinal y cáñamo del país. Asimismo, nos permitirá vincularnos con actores claves del sector para su futura comercialización”.

Pachamama y Malvina

Pachamama tiene una genética alta en cannabidiol (CBD) y Malvina en tetrahidrocannabinol (THC). A su vez, ambas variedades contienen diferentes concentraciones de terpenos, compuestos que actúan de manera sinérgica con el CBD y el THC. Con las dos variedades, que tienen diferentes concentraciones de CBD y THC, se podrán hacer fitopreparados de aceite medicinal, y su uso en diferentes patologías estarán indicados por profesionales de la salud.         

Para el desarrollo de las diferentes variedades de semillas de cannabis medicinal, a través de su programa de cannabis el CCT-CONICET-CENPAT puso a disposición sus facilidades científicas, técnicas y recursos humanos así como sus espacios físicos de indoor e invernáculos “La otorgación de la licencia de dos variedades de semillas de cannabis medicinal completa el circuito desde la investigación básica en cannabis medicinal hasta el impacto positivo en el sector productivo, generando puestos de trabajo calificados y demostrando el impacto del sector científico en las economías regionales”, destacó Rolando Gonzalez-Jose, director del CCT-CONICET-CENPAT. “Obtener la primera licencia del CONICET de dos variedades de semillas de cannabis nos llena de orgullo y entendemos que conlleva un compromiso que asumimos con gran responsabilidad. Confiamos que con nuestro trabajo y el respaldo y asesoramiento de Cannabis CONICET, vamos a tener éxito llevando a la gente un producto argentino con trazabilidad y de calidad”, señaló Martín Almirall, presidente de Whale Leaf Farm (WLF). Y agregó: “WLF es una empresa que viene trabajando y desarrollándose en la industria del cannabis desde el 2019. Lo que estamos realizando junto con el CONICET es un claro ejemplo de que las instituciones públicas y las empresas privadas pueden trabajar de manera conjunta aportando tecnología, expertise y financiamiento para el desarrollo de los proyectos en la industria del cannabis, logrando así productos de excelente calidad”.