El documento “Construir un nuevo futuro: una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad” llama a edificar un nuevo futuro pos-COVID-19 en la región mediante una recuperación transformadora del desarrollo, con mayor igualdad y sostenibilidad. Surgió del evento bienal más importante de la CEPAL, cuya edición de este año se dio de modo virtual con la participación durante 3 días de 800 personas, de las cuales: 400 fueron delegados de gobierno, 55 de agencias, fondos y programas de la ONU, siete representantes de organismos regionales, y 300 de la sociedad civil. Además estuvieron presentes en los paneles 24 Ministros de Relaciones Exteriores y 19 viceministros.
Los representantes de 43 Estados miembros y 9 países asociados de la CEPAL aprobaron al cierre de la reunión 14 resoluciones en las que instan a la Comisión a continuar su labor de colaboración con sus Estados miembros en el análisis integral de los procesos de desarrollo orientado a la formulación, el seguimiento y la evaluación de políticas públicas, y a seguir prestando servicios operativos en los campos de la información especializada, el asesoramiento, la capacitación y el apoyo a la cooperación y coordinación regional e internacional.
En particular, se aprobó la “Resolución de San José” -en honor a la capital de Costa Rica, país que ofició de anfitrión del período de sesiones a pesar de haberse realizado íntegramente de manera virtual- en donde los países de la región acogen con beneplácito el enfoque integrado del desarrollo que ha caracterizado el pensamiento de la CEPAL desde su creación, y la pertinencia de los temas examinados y comparten el tenor general de las conclusiones que ofrece el documento de posición presentado por la Comisión. Asimismo, encarga al organismo que lleve a cabo estudios y elabore propuestas de políticas públicas de los países, en estrecha colaboración con los encargados de formular políticas en esos países, con el objeto de apoyar el fortalecimiento de las capacidades nacionales para el logro del desarrollo sostenible.
La vicesecretaria general de ONU, Amina Mohammed, señaló en la ocasión que los efectos negativos del COVID-19 en los países de la región han restringido las respuestas de los gobiernos a las urgencias de la pandemia y, en el mediano plazo, socavan su capacidad de reconstruir mejor. “En este sentido, las Naciones Unidas, y la CEPAL en particular, han puesto sobre la mesa muchas propuestas audaces y novedosas, como un ingreso básico de emergencia para los más vulnerables, exenciones de impuestos y períodos de gracia para las pequeñas y medianas empresas, una canasta básica digital, un nuevo pacto político y fiscal para asegurar una protección social universal y una transición energética verde en la región, entre otras”, declaró.
“En los últimos tres días hemos escuchado acerca de los valientes esfuerzos que muchos países de esta región están llevando a cabo para enfrentar el impacto inmediato del COVID-19 y para mantener a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como la hoja de ruta de sus esfuerzos de mediano y largo plazo. Esto nos da mucha esperanza”, indicó Mohammed. “Reconstruir mejor significa poner a la igualdad y la sostenibilidad ambiental en el centro de la recuperación”, dijo.
Las acciones incluyen la construcción de políticas coherentes y capacidades institucionales, el acceso al financiamiento (que es crítico para la recuperación global y el crecimiento económico), la necesidad de que las instituciones financieras internacionales adopten nuevos enfoques sobre los riesgos y reduzcan la naturaleza pro-cíclica de los flujos financieros hacia los países, y forjar asociaciones para el desarrollo confiables, con el apoyo del Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas.
En sus palabras de clausura, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL, expresó que “hay un amplio consenso que la pandemia ha expuesto las desigualdades y fragilidades de los países de la región”. “En este contexto, la comunidad internacional debe tomar en consideración las problemáticas específicas de los países de renta media de la región y de los pequeños estados insulares del Caribe; debemos considerar las brechas estructurales y la situación de vulnerabilidad que han sido expuestas por el COVID-19”, remarcó.
“Hemos sometido a su consideración una propuesta audaz, con evidencias, con escenarios para abordar estos tiempos complejos de enormes desafíos. Quizás lo más profundo es el llamado firme a cambiar el modelo de desarrollo y redoblar esfuerzos hacia una recuperación pos-COVID-19 guiada por los principios del desarrollo inclusivo, la igualdad y la sostenibilidad”, señaló la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL a los participantes.
“El documento que presentamos es un documento para la acción, realista y necesario, que responde a las necesidades urgentes de América Latina y el Caribe. Queremos reiterar que la salida a esta crisis requerirá liderazgos transformadores y capacidad de diálogo y de construcción de pactos políticos y sociales que convoquen amplias coaliciones para garantizar acceso universal a la salud, a la protección social, al empleo con dignidad. Se necesita un cambio en los modos de producción y consumo, para construir Estados de Bienestar”, agregó Bárcena.
El documento se organiza en cinco capítulos. En el primero, se estudian las tres crisis (lento crecimiento, creciente desigualdad y emergencia ambiental) que afectan las economías y las sociedades a nivel mundial y las de América Latina y el Caribe. En el segundo, se presenta un marco para analizar estas crisis de manera integrada y dimensionar su magnitud en la región. En el tercero, se examinan los impactos cuantitativos sobre el crecimiento, las emisiones, la distribución del ingreso y el sector externo en distintos escenarios de política, destacándose el potencial de las combinaciones de políticas para forjar una senda de crecimiento más dinámica, con menores emisiones y mayor igualdad. En el cuarto, se identifican siete sectores que pueden impulsar el desarrollo sostenible y se proponen líneas de política para fomentarlos. En el quinto, se concluye con un análisis que articula las políticas macroeconómicas, industriales, sociales y ambientales, y el papel del Estado en la construcción de consensos para su implementación.
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