Balances y desbalances de 2018

(Por el Dr. Pablo Ernesto Mármol, doctor en Derecho) Tal vez, los errores del 28 de diciembre de 2017 en la conferencia de prensa que llevaron a cabo el Jefe de Gabinete y los Ministros de Hacienda y Finanzas junto al Presidente del Banco Central reformulando la meta de inflación, ubicándola en un optimista 15% para todo el año procurando, de esta forma, bajar la tasa de interés del BCRA, hicieron que la economía, atentamente vigilada, concentre la preocupación de todos los sectores (nacionales y extranjeros) durante todo el 2018.

Las tasas de referencia del BCRA pasaron del 27,5% al 40% (LEBAC) para luego superar el 70% al inaugurarse las nuevas letras del BCRA (LELIQ), en reemplazo de sus antecesoras, lo cual pegó de lleno en la actividad económica, profundizando la recesión que ya se vislumbraba irreversible hacia fines de año.

La corrida bancaria, fuga de capitales, las altas tasas de interés, la depreciación de nuestra moneda, el incremento del dólar (pasó de $19 a fines de 2017 a los poco más de $39 de fines de 2018), la suba de precios de tarifas y servicios, la caída del consumo, a lo que se suma un incremento significativo de la deuda externa ?producto del programa de asistencia financiera brindado por el FMI, a los fines de contener la salida de capitales? generaron el caldo de cultivo adecuado para que el año que finalizó sea digno de archivar en el baúl de los recuerdos.

La caída de 2.5% del PBI provocó una abrupto derrumbe del consumo interno aunque permitió, temporalmente, equilibrar la balanza de pagos entre importaciones y exportaciones, ya al cierre del año, reduciendo el rojo comercial.

La inflación se hizo sentir en todos los sectores de la economía, lo cual profundizó la recesión con una caída significativa en la actividad comercial, industrial y agropecuaria. La receta, nuevamente, un plan de ajuste y contención del gasto necesarios para equilibrar las cuentas públicas, con el impacto que ello genera en provincias que no gozan de los beneficios que otorga la cercanía a los principales puertos y centros productivos y de consumo.

El sector industrial no fue ajeno a todo este escenario registrando una de las mayores caídas en los últimos años, ya que a partir de mayo/junio comenzó a observarse un fuerte período contractivo.

El sector automotriz, producto de la abrupta caída de las ventas sobre todo al mercado interno, textiles, el comercio mayorista y minorista, la construcción y la industria metalmecánica sufrieron las caídas más notorias que en algunos casos superó holgadamente los diez puntos porcentuales interanuales. En el caso de los hidrocarburos, producto del incesante aumento de los combustibles, también se vieron afectados los estacioneros.

Las PyME ?las cuales generan el 70% de la masa salarial en el país? producto del fuerte impacto derivado de la caída en la actividad económica y las enormes dificultades para acceder al crédito por las altas tasas, no fueron ajenas a los avatares de una economía pendulante.

Todos estos datos, a lo que se suma una intolerable presión tributaria que espanta todo tipo de inversión, impactan fuertemente en la tasa de desempleo, ya que la abrupta caída del consumo se traslada, más tarde o más temprano, a la reducción de personal. De allí es que se ha observado un aumento en las suspensiones y despidos como un instrumento de contención del costo empresario.

La construcción y el sector inmobiliario cierran este derrotero de sujetos perjudicados frente a las empresas energéticas y el sector financiero que tuvieron un incremento en sus volúmenes de operaciones y rentabilidad, si se mide en comparación con el año inmediato anterior (2017), pese al mal clima general.

Más allá de este escenario desolador, llegó el G20, y a pesar de los pronósticos de algunos agoreros, tras los incidentes producidos en una gesta futbolística que costara jugar la final de la copa Libertadores en la madre patria, pudimos demostrar que cuando nos proponemos podemos hacer las cosas mejor que nadie.

El G20 organizado en Argentina ya pertenece a los hitos de nuestra historia, al haber sido fieles testigos de que pisaran nuestro terruño los representantes más encumbrados del poder económico global (los cuales concentran el 85% del PBI mundial), congregando el interés de la prensa internacional.

Sin embargo, en un contexto de personalidades (presidentes, ministros y miembros de los países más importantes de la tierra), y las declaraciones sobre temas de importancia, la cuestión de los aranceles en la relación China - EE.UU. concitó la atención del anfitrión como, asimismo, de los visitantes por el impacto que ello provoca en la economía mundial.

La posición Argentina ?en el contexto internacional? acaparó la mirada de propios y ajenos, lo cual se coronó con la foto de los principales representantes de todas las potencias presentes, con lo que nuestro país quedó bien parado, acreditando ?de esta forma? nuestra enorme capacidad de inserción y vinculación con el mundo.

La foto de todos los presidentes, cual postal de un horizonte sin fronteras, muestra de unidad y reconocimiento internacional puertas afuera tuvo, a la par, la carencia de una muestra de unión y trabajo de consuno entre los distintos sectores, frentes y dirigentes de la totalidad del arco político, empresarial y sindical, en el plano interno.

En un año de turbulencias que se anticipan desde lo económico, frente a una puja electoral en torno a la elección del futuro Presidente, los cumulus nimbus que sobrevuelan Argentina (inflación, recesión, aumento del tipo de cambio, desempleo, probable default, etc.) alertan acerca de la necesidad de que nuestros representantes (oficialistas y oposición) estén a la altura de las circunstancias.

Un acuerdo donde participen todos los sectores políticos con un proyecto serio de país para los próximos decenios se hace imprescindible, independientemente del resultado de las elecciones de octubre. Tal vez sea hora de dejar de sembrar esperanzas en los inversores externos y apostar al crecimiento y desarrollo de los locales. Para ello se necesitará reducir, entre otras medidas, la enorme presión fiscal y las altas tasas de interés.

Dios ilumine a nuestros dirigentes, Argentina necesita mucho más que buenas intenciones.

Vaca Muerta Sur: el oleoducto que impulsará la exportación de crudo en Argentina

Un consorcio de siete productoras liderado por YPF llevará adelante la construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), una obra de infraestructura clave para el sector petrolero argentino. Este ducto se perfila como la principal vía de exportación de crudo, conectando la localidad de Allen en Río Negro con una nueva terminal portuaria en Punta Colorada. Con una inversión estimada de 2.528 millones de dólares, el proyecto promete generar divisas por hasta 20 mil millones de dólares anuales hacia finales de la década.

Avances en energías renovables: Acindar y PCR impulsan proyectos innovadores en Argentina

Las empresas PCR y ArcelorMittal Acindar han anunciado dos ambiciosos proyectos que marcan un hito en el desarrollo de energías renovables en el país. En Olavarría, provincia de Buenos Aires, construirán un parque eólico con una capacidad inicial de 180 MW, que podría alcanzar los 428,4 MW en etapas futuras. Mientras tanto, en San Luis, ampliarán el parque renovable San Luis Norte, añadiendo un módulo solar de 18 MW, lo que lo convierte en el primer parque híbrido del país que combina generación eólica y solar.

Neuquén impulsa el desarrollo del hidrógeno para liderar la transición energética

La provincia de Neuquén avanza en la implementación del Plan Hidrógeno Patagonia, un proyecto que busca posicionar a la región como un actor clave en la producción de hidrógeno de bajas emisiones, contribuyendo así al desarrollo sostenible y a la transición energética de Argentina. En este contexto, se llevó a cabo en el Auditorio IJAN de la ciudad de Neuquén la jornada "Hidrógeno de bajas emisiones: desafíos y oportunidades para el desarrollo de Neuquén y la Patagonia", organizada por la Secretaría de Ambiente en conjunto con el Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Reducir el “Costo argentino”: clave para estabilizar y crecer sostenidamente

(Por Luis Secco - economista, director de Perspectiv@s Económicas) ¿Qué implica realmente el “costo argentino” y cómo afectan las nuevas medidas del gobierno a los consumidores, empresas y la competitividad del país? En esta nota, analizamos el impacto de la eliminación de impuestos distorsivos y la desregulación en el camino hacia un crecimiento sostenible.

La privatización de IMPSA: una decisión clave para el sector energético argentino

La privatización de Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A. (IMPSA), una de las principales empresas argentinas en el campo de la generación de energía renovable, avanza con celeridad. Este proceso, que podría convertirse en la primera venta de un activo estratégico por parte del gobierno nacional, despierta tanto expectativas como preocupaciones en diversos sectores. Fundada en Mendoza, IMPSA es reconocida por su innovación en proyectos hidroeléctricos, solares, eólicos y nucleares, y es la única compañía en Latinoamérica con tecnología propia para la generación hidráulica y el diseño de componentes nucleares. A lo largo de los años, ha consolidado una presencia global, exportando el 85 por ciento de su producción a más de 40 países.

Brasil y Argentina a punto de cerrar un importante acuerdo de gas no convencional de Vaca Muerta

Brasil y Argentina están cerca de finalizar un importante acuerdo de compra de gas no convencional, que se espera sea anunciado oficialmente después de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro la próxima semana. El acuerdo implica que Brasil adquiera gas shale de los yacimientos de Vaca Muerta, en la Patagonia, lo que permitiría a Argentina aumentar significativamente sus exportaciones de gas, mientras que Brasil obtendría un suministro más barato y confiable de gas natural.

Cumbre del G20: 15 tips para entender la Cumbre en Río de Janeiro

(Por Mary Molina) "Los líderes del G20 abrieron este lunes una cumbre en Río de Janeiro bajo presión para lograr un acuerdo en la COP29", destacó el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien enfatizó la urgencia de combatir la inseguridad alimentaria. Este contexto se torna más complejo con el retorno de Donald Trump a la política estadounidense y las tensiones geopolíticas en aumento, lo que ha llevado a los mandatarios a buscar un consenso en temas críticos que trascienden fronteras.