Emprendedores. Esta palabra tomó un gran significado durante la pandemia. Para salir de la crisis económica, muchas personas decidieron abrir su propio emprendimiento, aventurarse cuando las finanzas no eran estables se consideró todo un acto de heroísmo. Julieta y Cecilia son dos valientes amigas que decidieron saltar al vacío con un producto más que novedoso en Jujuy y hoy son dueñas de uno de los emprendimientos más buscados de la provincia, Natural Twist, se dedica a la venta yogures de Kéfir.
Las emprendedoras jujeñas contaron a IN Jujuy que su negocio nació en plena pandemia con el firme objetivo de reforzar la economía de sus hogares. Fue así que descubrieron el yogur de Kéfir o también conocido como yogur búlgaro. Se trata de una bebida rica en bacterias y levaduras probióticas, bacteria que se mezcla con leche y así produce una especie de yogur líquido. La característica que presenta este producto es que su sabor es un poco más ácido al que conocemos.
Antes de seguir vamos a despejar cualquier tipo de duda o crítica hacia Julieta y Cecilia: no son unas improvisadas. Ambas comenzaron a estudiar y a prepararse un año antes de salir al mercado, se preocuparon por saber sobre el cuidado de los nódulos del kéfir, aunque reconocieron que el interés nació solo para consumo personal. Poco a poco comenzaron a compartirlo con la familia y con amigos, entonces el proyecto ya tomaba otra forma.
El Yogur de Kéfir es tan buscado en Jujuy no solo por su rico sabor, pues las dueñas de Natural Twist mezclan la preparación con jugos y frutas de estación, sino porque facilita la digestión, reconstruye la flora intestinal y refuerza el sistema inmune. “Al ver resultados tan positivos nos pareció que era importante poder compartirlo con quienes buscaban lo mismo, cuidar su salud”, contaron a este medio.
La elaboración del yogur de Kéfir “es 100% casero”, cuentan Julieta y Cecilia. Realizamos una fermentación de leche sin añadir azúcares artificiales. Para esto empleamos los nódulos del Kéfir que tienen un aspecto similar al de pequeños coliflores, en la superficie coexisten bacterias que están presentes durante la fermentación. Luego se necesita leche entera y un frasco de vidrio, luego se coloca la leche y los nódulos en el recipiente y se lo deja reposar por al menos 24 horas”, contaron.
Con los pies bien firmes sobre la tierra, Julieta y Cecilia decidieron compartir con sus amigos y su gran cartera de clientes la conciencia sobre una buena alimentación. De hecho, las emprendedoras contaron que “ese fue nuestro gran puntapié desde la aparición del COVID-19, nuestra motivación para empezar nuestro negocio”. Además de pensar en mejorar la salud, las dueñas de Natural Twist tienen un gran compromiso con el medioambiente.
Para el envasado de sus yogures utilizan botellas de plástico pero espera, a futuro, poder utilizar envases retornables., de vidrio. “Nos importa mucho el medioambiente y sabemos que de a poco vamos a poder lograrlo”. Julieta y Cecilia se presentan como simples fermentadoras, pero quizás, sin dimensionarlo, generaron un enorme impacto en la salud de los jujeños, son las impulsoras de generar un cambio en la alimentación diaria. ¿Sus expectativas? Crecer, aprender y ayudar.