Haters
El fenómeno de “haters” significa los que odian, es decir, personas que dedican su tiempo a acosar y comunicar odio hacia alguien, se desprecia y difama con la intención de perjudicar. Se aprovecha el anonimato y desinhibición de las redes para realizar expresiones que personalmente no se dirían. Se basa en expresar odio con insultos, burlas y críticas, fomentando seguidores que acompañen, pueden llegar a convertirse en agresiones físicas.
Sara García Antúnez, presidenta de Stop Haters distingue tres tipos de perfiles de haters. Por un lado, el perfil del inseguro, el cual suele ser una persona con carencias sociales, que solo se animaría a expresarlo en la era virtual; el perfil de exvictimas, quienes han sido víctimas de estos acosos y que optaron por imitar dicho comportamiento de sus acosadores. Y por último el perfil del acosador grupal, el cual se organiza y asocia a otros con la intención de acosar a individuos o colectivos.
Los ciberacosadores quieren ser leídos y son motivados por sentimientos de envidia, falta de empatía, sentimiento de intolerancia frente a lo diferente, frustraciones personales que solo pueden llegar a expresarlo detrás de sus perfiles virtuales. Demuestran la imposibilidad de poner en palabras aquello que no aceptan, de sostener el dialogo con escucha activa y respeto mutuo.
Cyberbullying
El bullying existe y es una problemática que involucra a los niños, niñas y adolescentes, en edad escolar. En la cultura digital, el bullyng se expresa con ciberacosos denominado cyberbullying. UNICEF sostiene que en Argentina 6 de cada 10 jóvenes se comunica a través del celular y 8 de cada 10 usan internet y que los adolescentes reconocen al cyberbullying como una de las experiencias negativas que viven en el uso de redes sociales.
Consiste en producir y compartir contenidos, videos e imágenes, crear perfiles falsos, por ejemplo, las conocidas “memes” y las grabaciones de acosos que se viralizan “happy slapping” con la intención de humillar doblemente. Se caracteriza por el anonimato de los victimarios, la perdurabilidad en el tiempo, el traspaso de espacios físicos, la facilidad y rapidez en producir contenidos audiovisuales y publicarlos. Se viralizan velozmente llegando a una audiencia infinita.
Se distinguen a las víctimas, los victimarios y a un grupo importante de “espectadores, aliados o cómplices”, quienes forman parte de la situación de violencia que se desarrolla. Para que se lleve a cabo el cyberbulluying debe existir una relación desigual de poder entre víctimas y victimarios, éstos deben tener la intención de intimidar a las víctimas. Los acosos se deben llevar a cabo de forma regular en el tiempo y con presencia de este grupo de espectadores.
Los ciberacosos que se viralizan en las redes son invisibles porque ocultan el impacto y sufrimiento de las victimas frente a sus victimarios y grupo de espectadores, a diferencia de las agresiones presenciales. Se generan consecuencias silenciosas que lastiman la integridad y crecimiento de todos los involucrados, no tan solo las víctimas, como depresión, aislamiento, baja autoestima, autolesión y el bajo rendimiento escolar. Se perjudica la identidad y reputación digital.
La violencia refleja las dificultades para construir vínculos con otros chicos impactando en la convivencia escolar y en otros ámbitos donde conviven. El malestar refleja que los chicos no lograron encontrar en el dialogo la posibilidad para comunicarse, acordar y convivir. Al respecto, Irene Montiel Juan, Dra. en Psicología sostiene que a los victimarios los moviliza , por un lado, su búsqueda de placer avalado por la cultura de la violencia y, por otro lado, el sentido de pertenencia por la necesidad de aprobación de sus pares.
Concientización sobre los haters y ciberbullying
Los haters y cyberbullying son peligros en internet y no delitos, sin embargo, las victimas están protegidas de tratos violentos, discriminatorios o intimidatorios como lo expresa la Ley de Protección Integral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Expresan pensamientos y sentimientos de discriminación hacia sus víctimas o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, apariencia física, orientación sexual y clase social como la aporofobia. Por ejemplo, el odio al extranjero pobre. Todos los días encontramos memes discriminatorias en las redes.
UNICEF e INADI lanzaron la campaña de concientización del cyberbullying bajo el lema “Si discrimina, #NoDaCompartir”, llamando a reflexionar sobre los usos positivos y negativos de las redes por parte de los niños, niñas y adolescentes.
La convivencia digital debe promover valores como la empatía, la responsabilidad, el respeto y la tolerancia a lo diferente, donde el dialogo siempre este presente. Orientarlos hacia usos responsables, mostrando ejemplos de usos positivos como ciudadanos digitales. Los propios adultos son ejemplos de odiadores en las redes y transmiten eso a los chicos.
Por su parte, Instagram, la red social más utilizada por los adolescentes, está trabajando en estrategias para frenar estos tipos de acosos utilizando inteligencia artificial, que permita identificar mensajes inapropiados antes de enviarse invitando a la reflexión.
En internet, todos somos vulnerables de la discriminación y los discursos del odio, resulta necesario prevenir la producción y viralizacion de contenidos por las consecuencias psicológicas y/o físicas que generan. Es por ello que se está demandando la actualización urgente de la Ley de Actos Discriminatorios.
Recomendaciones
- Acompañar el uso de internet
- Ser ejemplo de ciudadano digital responsable
- Motivar la empatía y pensar en que la víctima en otra ocasión podría ser cualquiera
- Invitar a no compartir mensajes que ofendan y discriminen
- Reflexionar sobre las consecuencias reales
- No responder a los ciberacosos
- Reportar y bloquear los mensajes en las redes.