Pasaron los primeros 5 días de reactivación del sector, y aunque es poco tiempo para sacar conclusiones, en IN Jujuy quisimos saber cómo fue la experiencia de volver tras casi dos meses sin actividad - tanto para los propietarios como para los clientes - y qué observaciones surgen al respecto.
ATR Gym tiene 5 años de actividad. Funciona en el B° 12 de octubre, cercano a los barrios más populosos de la capital jujeña – B° Almirante Brown, San Francisco de Álava, Malvinas, entre otros –. Antes del cese de actividades, el promedio de sus socios adheridos superaba las 100 personas.
Como punto de partida, el protocolo de bioseguridad diseñado para los gimnasios en general reduce en un 30% la capacidad de asistentes; a esto se suman otros condicionamientos como: la división de zonas de ingreso y egreso; señalización de los lugares de actividad; 1, 50 metros de distancia entre los asistentes; la concurrencia por turnos y según la terminación de DNI; la duración 45 min de clase por persona; el impedimento en el uso de elementos de metal para el desarrollo de actividades (como pesas); y la lista sigue.
“El protocolo implicó, también, cambios en los métodos de las clases” sostuvo Manuel. “Tuvimos que considerar ejercicios alternativos para evitar los elementos que generalmente se usaban, como pesas, mancuernas de metal o máquinas, por otros que si estén permitidos. Esto apuntando siempre a que el cliente igualmente logre sus objetivos: sea pérdida de peso, tonificación o aumento de masa muscular”.
En esta primera semana de regreso se trabaja sobre la adaptación del cuerpo” sumó Pablo. “Implementamos ejercicios, de manera progresiva, para identificar las dolencias posturales y trabajar en fortalecer esas zonas y compensar lo que la falta de actividad dejó. Tras este período se puede hablar, en términos de salud, de volver a realizar un entrenamiento al cual estaban acostumbrados”.
En cuanto a la concurrencia de personas, Pablo detalló “el ingreso fue de un 25% en relación a lo que veníamos manejando. Más allá de eso, la vuelta se está dando de forma paulatina y ya tenemos reservas para la semana que viene”.
En este aislamiento social y obligatorio, es importante atender la salud física para evitar efectos negativos en el bienestar y la calidad vida, íntimamente ligados, también, a la salud mental. En este sentido la OMS (organización mundial de la salud) apoya, fuertemente, la realización de actividad física como una forma para mantenernos activos a lo largo del día, proporcionando un equilibrio enérgico. Además, previene posibles lesiones, y enfermedades del tipo psicológicas (como la depresión) y otras como hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, diferentes tipos de cáncer.
“El encierro es claramente una condición atípica de nuestras vidas que, desencadena en otras situaciones poco habituales, como estar mucho tiempo sentado, sea por trabajo o la realización de tareas de las escuelas con los niños; más tiempo en cama; aumento del sedentarismo, entre otros” - comentó Manuel - “muchos llegaron al gym con dolencias en la zona lumbar a causa de las malas posturas. Por otra parte, hubo pérdidas en la movilidad y masa muscular, para el caso de personas que venían avanzando en ese sentido”.
“La vuelta a la actividad física aporta a un bienestar físico, pero también incide en la salud mental, nuestros clientes nos comparten que necesitan de este momento, personal, como una dispersión al encierro y de todas las preocupaciones que implica” enfatizó Manuel.
El uso de barbijos es una de las tantas condiciones, obligatorias, que se suman a la cotidianeidad de todos, y en el desarrollo de la actividad física no es una excepción. Este elemento, según los profesores de Educación Física, representa claramente un obstáculo para la realización de los ejercicios, ya que reduce el ingreso de oxígeno (sobre todo en aquellos de altas pulsaciones) y egreso de dióxido de carbono, limitando, así, el rendimiento.
“El barbijo también nos empuja a adaptar la actividad y a estar más atentos” remarcó Pablo. “Es importante, durante los entrenamientos, analizar los indicadores corporales que observamos en las personas, controlar las cargas e intensidad de movimientos para no dañar”
En continuidad con lo anterior, sumó que “la atención por turnos resultó positiva, de cierta forma nos permite dar clases aún más personalizadas, a estar atentos a las situaciones de cada cuerpo, según lo necesiten, y que los clientes puedan tener una experiencia diferente”.
Los dueños de ATR GYM, se mostraron muy positivos en este nuevo escenario que trajo el 2020. Más allá de los altos y bajos que significó “la pausa” del rubro, nos dejan un claro mensaje: el deporte es salud, y la salud no se posterga.