El 2020 fue un año complejo para la industria argenitna y particularmente para la jujeña. En marzo de 2020, la fábrica ya había sufrido una parada de 42 días, con el inicio de la pandemia de Covid-19. Con el incendio de diciembre, la actividad se frenó por otros 56 días, hasta esta semana. De todos modos, durante 2020 -y en ese contexto tan difícil- Ledesma sumó dos nuevas líneas de productos: pulpa de caña de azúcar blanqueada y pulpa natural sin blanquear. Además, en solo 40 días la compañía desarrolló y lanzó una segunda línea de papeles para embalaje blanco y marrón, que pueden ser utilizados en fabricación de cajas de distintas características, bolsas de papel y otros usos. Esta semana, Ledesma también lanzó nuevos productos de la línea Ledesma NAT. Es decir que pese al contexto tan dificultoso, la compañía siguió adelante con nuevos proyectos durante todo este tiempo.
En la fábrica de papel señalan que lo más difícil de superar después del incendio fue la reposición de repuestos críticos, el traslado de personal especializado bajo estrictos protocolos Covid-19 y la coordinación de todos los equipos para el reacondicionamiento, en una época de receso veraniego en que es difícil contactar a ciertos proveedores. Para ello, la Dirección Nacional de Migraciones en Jujuy y el Gobierno de Jujuy también prestaron gran ayuda al acelerar la gestión de los permisos necesarios.
En Ledesma también destacan el compromiso absoluto de los operarios para colaborar en la puesta a punto de la fábrica. “Con la camiseta pegada a la piel”, comentan.
Tras el incendio, Ledesma activó un comité de emergencia que investigó el suceso, el cual se habría debido a una combinación de episodios muy infrecuentes que, combinados con la alta temperatura, favorecieron el inicio del fuego. De inmediato, la empresa se contactó con proveedores de Argentina, Brasil y Alemania para conseguir los repuestos y personal técnico necesario para la puesta en marcha, y también reordenó las entregas de pedidos a los numerosos clientes.
El valor del trabajo
La fábrica de papel de Ledesma tiene una historia de aprendizaje y superación constantes. Los valores como la resiliencia y el compromiso son dos características distintivas, no solo del equipo papelero sino de todas las áreas que conforman la empresa, y en la planta comentan que en esta ocasión eso quedó de manifiesto. El próximo objetivo de Ledesma es concretar la puesta en marcha de la nueva línea de resmas de papel 100% de fibra de caña, prevista para junio próximo.