El Centro Cultural Lola Mora, además de preservar del clima y los impactos urbanos a las esculturas de Mora y brindar un espacio para interpretar el arte de la gran escultora en una obra arquitectónica de César Pelli, tiene como objetivo ser un edificio verde que cuente con la certificación internacional LEED (por sus siglas en inglés para Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, certificación de edificios sostenibles desarrollada por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos).
En ese desafío para el proyecto y ejecución de obras, el Gobierno de Jujuy decidió por dotar de materia prima y valor agregado locales a la obra de carácter internacional y firma de autor. Esto es, proveedores jujeños de diferentes puntos de la provincia crecen en sus empresas y son también protagonistas de este hito arquitectónico mundial.
Un ejemplo fue la búsqueda de los revestimientos exteriores: “estamos en contacto constante con el equipo del estudio Pelli en Estados Unidos, y desde allí nos planteaban el uso de una laja específica; teníamos la opción de conseguirla en otros puntos del país, aunque nos abocamos a la búsqueda local, viajamos a diferentes puntos de Jujuy hasta llegar a la piedra laja perfecta, que encontramos en Abra Pampa, específicamente extraída del Cerro Blanco, a 7 km de esa ciudad”, contó Osvaldo Gala, responsable de la obra por parte de la empresa Panedile Argentina.
Ramiro Tejeda, titular de la Secretaría de Planificación del Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos, Tierra y Vivienda (MISPTyV) sumó a su vez que “en este punto, no solo es importante lograr encontrar una materia prima que sea acorde a lo que necesitamos para brindarle al centro cultural la fisionomía proyectada, sino también saber que todo el proceso se va a poder realizar en la provincia, para eso encaramos un proceso junto a proveedores que implica el agregado de valor a las materias primas, en el caso de las lajas, la empresa Lajas Cumbre Azul trabajó para poder cumplir con los estándares que necesitamos en una obra de estas características, desde la calidad de la laja a la selección junto a nosotros del color -punto de gran interés para el equipo de Estados Unidos- o también los tamaños y, sobre todo, la profesionalización y optimización de la logística. La empresa abrapampeña entregó 200m3 -1500 m2- de laja 100% paletizada y garantiza así el cuidado durante el traslado, tras lo que la piedra es cortada por equipos en el predio de obras para lograr el revestimiento de los tres volúmenes de edificios. El trabajo en interiores es también fundamental en las obras por el Lola Mora: “el Centro Cultural será un espacio para la expresión cultural, la historia de Lola Mora, el resguardo de sus obras y un nuevo punto de atractivo turístico; en el proyecto, el estudio Pelli nos brindó sus recomendaciones en materia de revestimientos interiores, y la madera seleccionada sugerida era canadiense, aunque en todo momento el equipo de apoyo de la Secretaría de Planificación destacó la importancia de lograr un reemplazo de igual o mejor calidad en el país y preferentemente en Jujuy, y lo logramos”, expresó Tejeda. La empresa proveedora del 100% de la madera que va a revestir espacios interiores del Centro Cultural Lola Mora es Forestona Maderas Nativas, que tiene a su cargo todo el proceso productivo y también la logística de entrada de las piezas finales lista para su instalación, partiendo desde el centro maderero provincial en Arrayanal. “A diferencia de cualquier otra materia prima, con la madera no hay dos piezas iguales, cada madera tiene su historia; en este caso la madera es de un espacio de bosque sumamente heterogéneo, donde en una hectárea podemos encontrar 400 árboles de diferentes características y por eso el trabajo que llevamos adelante en la selección de las maderas previo a su obtención es tan delicado como fundamental”, destacó Jorge Flores, CEO de Foretona.
La empresa proveedora de la madera para el centro cultural Lola Mora es la primera empresa forestal con capitales nacionales en certificar este tipo de manejo sustentable de bosque nativo, lo que fue un punto clave a la hora de su contratación ya que su aporte permite que el Centro Cultural una vez concluido pueda conformar una mayor cuota de puntaje a la hora de certificar LEED. La madera seleccionada es palo blanco, y a fines de abril comenzará el proceso de extracción, bajo estrictos protocolos de trazabilidad, que permiten saber cuáles son las maderas, de donde salieron, y cuál es su destino objetivo. En el aserradero en la región jujeña de yunga, se realizará el corte, como también el secado y estabilización de la madera, para posteriormente iniciar el proceso de industrialización secundario, que es la confección de las piezas. Flores expresó que “la madera tiene una huella de carbono positiva, cuando el árbol crece fija dióxido de carbono, y cuando la transformas en un producto también este fijado carbono dura 200-300 años”; “desde el punto de vista ambiental, asimismo, el uso de la madera es sustentable cuando el proceso cuenta con un manejo forestal que permite mantener bosque y mejorarlo de forma adecuada, que es lo que hacemos”, sumó el representante de la empresa. Finalmente, y para englobar el análisis junto a los proveedores locales, Tejeda resumió que “en el Lola Mora se está realizando una selección de los materiales sumamente exhaustiva, y eso incluye el protocolo de maquinado de las piezas para lograr mayor perfección”. “Todo el proceso se realiza 100% en Jujuy, y eso nos permite reducir la huella de carbono que implica que alguno de los procesos de industrialización se lleven adelante en otra provincia o en otros países”, destacó el funcionario provincial.