Lucy Vilte: Hay muchas definiciones de RSE. En líneas generales podemos decir que es la responsabilidad que asumen las empresas por su impacto en la sociedad y en el ambiente por el simple hecho de existir y operar en un determinado lugar.
Muchos asocian hoy a la RSE con la ética o las buenas prácticas, ya que la empresa se hace consciente de lo que produce en su entorno e intenta remediarlo o mejorarlo. También trata de ocuparse de los desafíos internos y de rendir cuentas hacia adentro, ya que siempre tiene un sentido transversal en todo lo que tiene que ver con el quehacer empresarial.
RSE y sostenibilidad son, en sí, estrategias de negocio que, aparte de darle beneficios a las empresas, contribuyen a crear bienestar en la comunidad y a cuidar el Planeta. Si bien hay diferencias, son complementarias pero la segunda es más amplia que la primera.
Podríamos decir que la RSE es el camino que iniciamos para llegar a la sostenibilidad, que es un concepto más abarcativo e ideal.
La sostenibilidad es el equilibrio que se busca desde cualquier organización en tres esferas –social, ambiental y económica- para alcanzar un desarrollo que permita vivir hoy con los recursos que tenemos, sin comprometer la calidad de vida de las futuras generaciones.
La empresa puede contribuir a la sostenibilidad siendo socialmente responsable.
Podemos concluir entonces que la responsabilidad social es uno de los medios y la sostenibilidad es el fin al que quiere arribar como empresa, como sociedad y como Planeta.
¿Cuál es la importancia de que las empresas apliquen la Responsabilidad Social Empresaria en sus estructuras?
La importancia de la responsabilidad social para las organizaciones radica en su aporte a la construcción y contribución de un mundo sostenible.
Además, son más que conocidos los beneficios que reciben las empresas que se comprometen a trabajar en estos temas: mejora la reputación, el acceso a otros mercados y a créditos verdes, mayor visibilidad en los medios, mayor posibilidad de establecer alianzas y trabajo mancomunado con otras organizaciones con y sin fines de lucro, donde todos salen beneficiados, al igual que con el Estado.
Mejora el clima laboral, aumenta la fidelización de los clientes y también de los colaboradores que se empoderan y dan el siguiente paso hacia una responsabilidad social individual y aportan a la empresa mayor innovación y creatividad.
¿Cualquier empresa puede aplicar RSE?
Más que si cualquier empresa “podría”, tenemos que decir “debería”. No existen negocios que tengan proyección a largo plazo si se siguen centrando únicamente en la rentabilidad a cualquier costo.
El paradigma de los negocios cambió hace mucho y debemos ‘aggironarnos’ a los tiempos que corren, alinearnos a las demandas sociales y las urgencias ambientales y comprometernos a generar soluciones desde la empresa y junto a otros actores; tengamos el tamaño que tengamos.
¿En Jujuy las empresas se están orientando por lo social y ambiental?
Jujuy no está fuera del mundo y cada vez son más las empresas que desarrollan programas de RSE importantes y apuestan fuertemente a la sostenibilidad. Tenemos muchos buenos ejemplos en la materia.
¿Una empresa al hacer acciones sociales positivas ya está desarrollando la RSE?
Todo suma. Se va aprendiendo de a poco y hay mucha información disponible al respecto. Es importante buscar asesoramiento, confiar en los recursos humanos, tener conocimiento del entorno, hacer una planificación seria desde el inicio, desarrollando un plan con objetivos reales y mensurables para poder escalar nuestro impacto positivo y poder corregir el rumbo, si es necesario.
Algunos comienzan haciendo “filantropía corporativa”, muy centrada en las donaciones o auspicios de ciertos eventos, tanto internamente como hacia afuera. No obstante, hay que seguir explorando y creciendo hacia otros programas que tengan mayor incidencia a mediano o largo plazo. Claro que hay que estar presentes en situaciones de emergencia, donde la respuesta inmediata con recursos económicos, es muy apreciada y necesaria.
Pasado un tiempo, muchas empresas logran trascender la filantropía y avanzar hacia la RSE Estratégica, relacionándose con temas y demandas locales o internas cercanas al negocio. Claro que tampoco aquí se puede abarcar el amplio espectro de problemáticas sociales y ambientales, pero sí tienen gran relevancia para la RSE los temas que se relacionan con los grupos de interés de la empresa como son por ejemplo los clientes, proveedores, colaboradores, las organizaciones de la sociedad civil, etc., porque con ellos co-crearemos alianzas valiosas y duraderas.
Muchas veces es importante empezar a construir otro paradigma desde el interior de la empresa, trabajando desafíos propios que luego se verán reflejadas en acciones positivas hacia afuera. Aquí ya no hablamos de donación sino de inversión social.
Por último, al nivel más activo de la RSE se lo conoce como “creación de valor compartido” y consiste en la incorporación de las estrategias de responsabilidad social a las operaciones principales de la empresa. Este nivel es el que más se asemeja a una empresa social. En este punto es cuando podemos acercar mucho más el concepto de RSE al de Sostenibilidad del que veníamos hablando.
¿Cuál es la diferencia entre empresas sociales (o de triple impacto) y una empresa que haga RSE?
La empresa social es una organización que utiliza modelos de negocio que le permiten ser rentable y alcanzar simultáneamente un objetivo ambiental o social. Su principal negocio o core business se diseña alrededor de esta misión, que es dar respuesta o solución a un problema actual.
Por su parte, la RSE se refiere a las prácticas, estrategias o programas que implementa una empresa “tradicional” para generar un impacto positivo o responsable en la sociedad y entorno, sin que esto sea su misión u objetivo principal.
Entonces, tanto la empresa social como la RSE buscan que el negocio ayude a resolver problemas sociales o ambientales y tome en cuenta a sus grupos de interés, pero se diferencian en que la empresa social aborda la solución de dichos problemas a través de sus productos o servicios, mientras que la RSE crea el impacto positivo a veces de manera más indirecta.
En una empresa tradicional, el departamento de RSE es un área importante y seguramente con incidencia en muchas otras pero que quizás, según la coyuntura, podría ser reemplazada, suprimida o “recortada”. Esto no podría ocurrir en una empresa social, ya que, si cercenamos de alguna manera el propósito de la misma, la empresa en sí no podría funcionar o no tendría más su razón de ser.
Fuente: Instituto Minka.