Rentas de Jujuy aplicó, en enero, una reducción significativa en el impuesto sobre los Ingresos Brutos y sellos, medidas ya enmarcadas en los acuerdos previstos en el Pacto Fiscal formalizado en 2017. Con esto, la provincia plantea las bases para lograr mayor competitividad en el ámbito productivo local, en actividades como la agricultura, ganadería, la minería, industria en varios sectores y en la construcción.
En términos monetarios, el monto de reducción varía según el rubro. Partiendo de la base de una alícuota general del 3,00% para el impuesto de los IIBB, en la producción primaria, la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, explotación de minas y canteras, tributará al 0, 75% (en 2018 fue de 1,2%) ; en la industria manufacturera, la elaboración de productos alimenticios y de bienes será al 1,5% (ésta última al 1,8% el año pasado); en la construcción, uno de los rubros con mayor caída, la alícuota máxima será del 2,5%, frente al 3,00% del 2018.
La disminución, prevista para establecimientos radicados (o no) dentro de la provincia, continuará acentuándose de forma gradual, en algunos rubros, hasta el 2022. Se aplicará la reducción de cargas tributarias que afectasen a la inversión, trabajo y eficiencia económica en las etapas iniciales de la elaboración y producción, y así, se lograría mayor preponderancia a los impuestos que gravan, directamente, la mayor capacidad contributiva.
La participación activa del Consejo de la Micro Empresa, integrada por representantes del Estado, la Universidad Nacional de Jujuy y entidades Privadas, suma beneficios al escenario productivo local. Con la adición de más de $ 22 millones, el objetivo es integrar a las empresas pequeñas al sector, ya existente, de manera de que estas puedan iniciar o potenciar sus actividades.
Ambas medidas, sin dudas, son aportes que podrían reactivar la microeconomía del consumo local.