Al sur del departamento Cochinoca, sobre la ruta provincial 11, en la margen occidental de la Laguna de Guayatayoc y las Salinas Grandes, en la puna jujeña se asoman las pequeñas casas de San Francisco de Alfarcito, dentro de ellas lo más preciado de la cultura andina. La gastronomía, las artesanías y el silencio del corazón de la puna. El entorno de Alfarcito es idílico, el pueblo está rodeado de cerros y recoletos senderos recorren el ejido urbano donde sobresalen una escuela, un cabildo y una capilla.
La postulación de “Alfarcito” no sorprende ya que su encanto lo viene posicionando como un destino turístico seleccionado. Autoridades provinciales y municipales anunciaron la decisión de postular a San Francisco de Alfajorcito ante la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el llamado a convocatoria para la próxima edición de la iniciativa Best Tourism Villages de la OMT.
Se trata de una iniciativa global para destacar los pueblos en los que el turismo preserva la cultura y las tradiciones, celebra la diversidad, genera oportunidades y protege la biodiversidad.
Desde San Francisco de Alfajorcito afirman que «la decisión de trabajar en la postulación se sustenta en la fortaleza de sus paisajes y su cultura como también, en el compromiso de llevar adelante y cumplimentar los criterios de la convocatoria de la Organización Mundial del Turismo».
El secretario de Turismo de Jujuy, junto al comisionado municipal de Abdón Castro Tolay y el presidente de la Comunidad de San Francisco de Alfarcito, Próspero Sarapura, rubricaron el Acta Compromiso a los criterios de convocatoria.
En la documentación girada a la Organización Mundial de Turismo, se detallaron las motivaciones para responder a la convocatoria, destacándose el objetivo de promover el desarrollo turístico sostenible a partir del turismo rural comunitario y sus principios.
De igual forma, y siguiendo los pasos del pueblo de Caspalá, buscarán crear una marca «con identidad» y nuevas estrategias de mercado a fin de posicionar al pueblo de San Francisco de Alfarcito, sus productos agros artesanales y experiencias turísticas, generando nuevas fuentes de empleo y arraigo en la comunidad.
También se buscará afirmar los valores intangibles, como las tradiciones ancestrales, respetuosas de su biodiversidad, fortaleciendo el significado de la identidad del pueblo, el cuidado del patrimonio natural y cultural y promover la participación equitativa. Respecto de los antecedentes turísticos de San Francisco de Alfarcito, cabe recordar que integra el circuito Espejos de Sal junto a Barrancas y Tusaquillas; que forma parte de «Proyecto Pueblos Auténticos, programa desarrollado por el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación desde el año 2018, y tiene en marcha el proyecto para la puesta en valor de los restos arqueológicos de la comunidad como parte del Centro de Interpretación Arqueológica (CIA) inaugurado en 2019.