Los equipos provinciales desarrollaron dos reuniones en territorio, y allí establecieron junto a las comunidades las pautas de reinicios de obra. “Debido a la situación que nos impuso este 2020 con la pandemia, tuvimos que paralizar las obras ya que todos los insumos y materiales tecnológicos que se necesitan para el montaje completo de un pueblo solar hasta el momento son importados, con lo cual dependemos de que se reactive el comercio internacional; hasta tanto, iniciaremos a fines de este mes la obra civil en cada uno de los predios acordados, tanto en Santa Ana como en Caspalá”, enmarcó y anticipó Mario Pizarro, secretario de Energía.
“Pueblos Solares es una política de integración que nos permite desde la soberanía energética generar en la provincia igualdad de condiciones; los 9 pueblos que fueron seleccionados para esta intervención en materia de energías renovables están ubicados dentro del Sistema Aislado, un sistema que los abastece de servicio de energía por medio de la combustión de material fósil (gasoil) y no permite la provisión las 24 horas. Cuatro de ellos ya fueron inaugurados y el sistema de energía funciona con gran éxito”, destacó el funcionario sobre el recorrido provincial en esta materia.
La obra civil que iniciará a fin de mes consiste en el cerco perimetral de seguridad, los gabinetes para el resguardo de baterías de litio y todo el sistema electrónico que permitirá el control de la red eléctrica para las comunidades. Luego, ya como intervención total, están incluidos el parque solar, línea de media tensión, sub estación elevadora, transformador de distribución, alumbrado público y red de distribución de baja tensión.
Con la conversión tecnológica, las localidades podrán contar con energía limpia, segura y de calidad las 24 horas. En el caso de Caspalá, se instalará una potencia de84 kW para el beneficio de 98 familias y todas las actividades productivas; en Santa Ana, la potencia será de 167 kW para 183 familias.
A la fecha, cuatro de las nueve comunidades previstas en este proyecto solar (ver aquí) ya cuentan con sus propias plantas fotovoltaicas con sistema de acumulación de energía en baterías de ion-litio: Olaróz Chico, La Ciénaga de Santa Catalina, El Angosto y San Francisco de Santa Catalina. Restan las de las comunidades de Catua, El Toro y San Juan de Quillaques, cuyos proyectos están a la espera de las resoluciones de la mesa técnica evaluadora de PERMER (Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales).