No es nuevo que las nuevas generaciones desafíen cada vez más las formas de trabajo tradicionales, de hecho, no considero que esté mal ya que es algo que está cambiando hacia un buen futuro. Pero todo esto no quita que esta oleada de transformaciones del trabajo se conviertan en desafíos muy complejos para las grandes compañías, ni pensemos en lo que todo esto significa para las PyMEs.
Según el Employer Brand Research Report 2022 de Argentina, un ambiente de trabajo favorable es el más relevante (66%) dentro de los 5 drivers más importantes a la hora de elegir un empleador. Le siguen salario y beneficios atractivos (64%), seguridad laboral (62%), oportunidades de desarrollo profesional (60%) y equilibrio entre la vida familiar y profesional (52%).
Si observamos bien estos resultados, 4 de los 5 drivers no hacen referencia a los beneficios económicos. Esto no es casualidad, las personas ahora quieren empatizar con las organizaciones y sus propósitos.
Quizás todo esto resulte familiar, o por lo menos nos lo imaginábamos, pero lo que resulta desconcertante para las empresas es cómo llevar a cabo estrategias que mantengan a su equipo inspirado. En base a esto, con el equipo de MINTA Hacks For Business, identificamos 3 claves para que las empresas se conviertan en Employment Brands:
Desarrollar una cultura verdaderamente fuerte
Tu empresa debe entender perfectamente de qué están hechos, cuales son sus valores, hacia dónde van y prácticamente se debe respirar el propósito en toda la organización. Esto no va de frases bonitas pintadas en la pared, va de aplicarlo en toda la estrategia y de ser coherentes en su ejecución.
La transparencia como eje fundamental
Las empresas deberían tener prohibida la letra chica. La transparencia es importante no sólo para la confianza y reputación, sino también para acelerar procesos. Muchas veces, cuando “mezquinas” información las acciones para alcanzar los objetivos se vuelven más lentas y por supuesto, más ineficientes.
Escucha activa organizacional
De nada sirve trabajar en lo anterior si no ejercemos una escucha activa con nuestros colaboradores, de hecho, es muy probable que se dificulte el desarrollo y gestión de la cultura organizacional si no sabemos escuchar.
Esto tampoco va de un email de quejas y sugerencias, va de realmente escuchar los deseos, necesidades, sugerencias e ideas y si realmente aportan valor, darles un lugar en la estrategia y, obvio, el reconocimiento correspondiente.
Bonus: Tecnología a disposición
No hay peor castigo para un colaborador de la nueva generación, que lo pongas a hacer una tarea que sería muy fácil de automatizar o que tenga que llevar adelante un proceso sin los recursos necesarios.
“Todo lo repetitivo se automatizará” dice la frase, así que si existe la posibilidad de incorporar tecnología a los procesos organizacionales no sólo le estarás haciendo un gran favor a los nativos digitales, sino que también estarás optimizando la organización.
Según Hubspot, la cultura de una empresa es al reclutamiento lo que el producto es al marketing. Si trabajamos en el “match” entre nuestra cultura y nuestro equipo de trabajo, vamos a notar como la organización fluye hacia los objetivos estratégicos.
Lograr todo esto no es fácil, puedes empezar comentando a tu equipo el deseo de convertir la empresa en una marca empleadora y, a partir de ahí, juntos pueden ir dando forma a los lineamientos que los conduzcan hacia este nuevo desafío. También puedes inspirarte en otras grandes compañías que se estén poniendo al día en cuanto al talento humano.
Después de todo, la inspiración es lo que mueve al mundo… ¿Por qué no sucedería lo mismo con las empresas?