En 1993 se elevó en cinco puntos el nivel del reintegro a la exportación de las mercaderías que corresponden exclusivamente a materiales elaborados dentro del territorio de las provincias de Catamarca, Jujuy Y Salta, y a partir de las sustancias minerales extraídas.
En 1998 se incluyó entre estas sustancias al litio, óxido, el hidróxido de litio, cloruro de litio y al carbonato de litio.
"En la actualidad ese sector de la economía registra un crecimiento exponencial cuya demanda global ha llevado a un incremento significativo en los precios internacionales de los recursos relativos al litio, con la consecuente mejora en materia de competitividad", destacó el decreto.
Por esto subrayó que "es necesario efectuar ajustes en la política de reintegros a la exportación de sustancias minerales y productos derivados comprendidos en las pertinentes posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM)".
En consecuencia, se dejó sin efecto para las mercaderías descriptas como litio, óxido e hidróxido de litio, cloruro de litio y carbonato de litio, el beneficio instituido con anterioridad.
El mercado del litio en Argentina
La Argentina produce alrededor de 37.000 toneladas anuales de litio y las exportaciones de este mineral representan casi la tercera parte de las exportaciones mineras totales del país.
Estimaciones oficiales indican que hacia 2025, la Argentina podría estar en condiciones de exportar unas 200.000 toneladas anuales de litio, a partir de una numerosa cantidad de inversiones que se están desarrollando en el país, principalmente en el noroeste.
En consecuencia, la medida responde a que Economía considera que la minería del litio, a partir de su desarrollo, ha visto mejoras significativas, tanto en materia de competitividad, como tecnológica y de infraestructura. Esto se debe a que “la electro movilidad provocó un cambio del mercado y que el escenario internacional tuvo un crecimiento abrupto en la demanda de litio, que produjo un incremento en forma exponencial en el precio y, así también, en la rentabilidad de los proyectos”.
Ante ese panorama tan auspicioso para la industria litífera, la cartera considera que “un estímulo, como el reintegro, ha cumplido los objetivos para el cual fue oportunamente establecido”.
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