Hace un par de años, la agencia Bloomberg New Energy Finance (BNEF) emitió un informe en el que concluía que a partir de 2020 los autos eléctricos se convertirán en una opción más económica contra los automóviles a combustible fósil, y señaló como clave de ese proceso el hecho de que las baterías de ión-litio que utilizan estos automotores, está descendiendo.
Colin McKerracher, principal analista de transporte avanzado para BNEF, explicó que la base de tal pronóstico fue el trabajo realizado en investigar los precios de baterías para autos eléctricos. “Los costos de las baterías de ion-litio ya han disminuido 65% desde 2010, alcanzando 350 dólares por kWh el año pasado”, decía a mediados de 2016 McKerracher. “Prevemos que los costos de las baterías para autos eléctricos estarán muy por debajo de 120 dólares por kWh para 2030 y caerán aún más, a medida que nuevos productos químicos vayan apareciendo”, sumaba.
Los vehículos eléctricos disponibles en la actualidad son de dos categorías: completamente impulsados por baterías o BEV (Battery Electric Vehicle); y los híbridos eléctricos plug-in o PHEV (Plug-in Hybrid Electric Vehicle), que cuentan con baterías recargables, pero que también tienen un motor convencional como respaldo.
Otra razón que dan los analistas en el precio del petróleo. Salim Morsy, analista senior y autor del estudio, comentó que el pronóstico central “se basa en que el precio del crudo recupere los niveles de 50 dólares, y luego subirá hacia 70 dólares por barril o más para 2040. Curiosamente, si el precio del petróleo llegara a caer a 20 dólares y se estancara ahí, esto sólo retrasaría la adopción masiva de los vehículos eléctricos hasta los primeros años de la década 2030”. La investigación estimó que el crecimiento de vehículos eléctricos representará una cuarta parte de los automóviles en circulación para esa fecha, reemplazando el uso diario de 13 millones de barriles de petróleo por 1,900TWh de electricidad.
Buenos augurios para los proyectos de litio en nuestra provincia y país, entonces. Y más aún para la Madre Tierra, si es que con eso logramos mitigar algo de nuestro impacto sobre ella.