Tras un convenio con el Gobierno de Jujuy, a través del Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, y la cooperativa, la gran apuesta se hará en el sector de los valles, para pequeños productores y tabacaleros. Ya hubo un primer experimento en el cultivo, en una hectárea, que resultó exitoso.
El dato: la variedad AR1 es una planta sin espinas (facilitando su manejo y cosecha); arbustiva, lo que permite optimizar la superficie a implantar; de rápido crecimiento, obteniendo características de adultez en menor tiempo; y con alta resistencia al estrés hídrico y a la salinidad.
El arribo de los ejemplares es una acción que forma parte del Proyecto Cuencas, impulsado por la cooperativa santiagueña, en fomento del cultivo de alcaparras como una actividad social capaz de mejorar la calidad de vida de pequeños productores – minifundistas que cuentan con escasos recursos.
Pablo Sebastian Rico de Alcaparras Argentinas, ponderó la iniciativa de buscar nuevas alternativas de producción y aseguró “esto es un gran proyecto porque la verdad que el clima de Jujuy es fabuloso, hay mano de obra y hay un mercado muy grande ávido de alcaparras, lo que es muy importante porque vamos a producir lo que se va a poder comercial.
“Estamos muy interesados y comprometidos con esta idea. Vamos a trabajar para que todos los productores puedan llegar a comercializar las alcaparras a gran escala”, completó Rico.
Desde la cartera de producción, detallaron que el convenio tiene como fin lograr la producción de alcaparras a gran escala con un mantenimiento sostenido en el tiempo, hasta llegar a ser exportadores de la misma a mercados extranjeros.
En síntesis, el convenio incluye la entrega de los 25 mil plantines, de los cuales 2500 serán distribuidos por hectáreas en el sector de Finca El Pongo, en Perico. Los productores obtendrán la tierra sin cargo por un tiempo determinado, además de una capacitación sobre cómo mantener la producción, apuntando a consolidar la actividad como un autosustento familiar de cada productor.