Molinos Cañuelas, la empresa dueña de marcas 9 de Oro y Pureza, consiguió readecuar los plazos del concurso de acreedores al que había entrado en 2021 por el contexto económico. La firma de la familia Navilli justamente pidió este beneficio por "el contexto económico y político que se encuentra el país, siendo Argentina el principal mercado de Molino Cañuelas".
El pedido que la empresa realizó hace tres semanas fue autorizado por la jueza en primera instancia, Mariana Martínez, del Juzgado en lo Civil y Comercial de sexta nominación de Río Cuarto.
Así, la firma podrá presentar una propuesta que estaba prevista para este lunes recién a mediados de marzo de 2024, aunque la empresa había pedido que se extendiera hasta finde de mayo de 2024. De esta forma, el periodo de exclusividad, el tiempo para negociar con los acreedores los distintos acuerdos, concluirá en abril del año que viene. "Las negociaciones comienzan una vez que se abre el periodo de exclusividad, en este momento lo estamos transitando. El acuerdo consiste en lograr las mayorías tanto de capital como de cabezas que exige la ley. Para obtener un acuerdo de los acreedores quirografarios, se requiere que logremos al menos un 51% de los acreedores y que éstos representen al menos el 67% del capital adeudado", explicaron desde la compañía.
Y agregaron: "Esta coyuntura también afecta la determinación de los acreedores a los fines de aceptar una propuesta, ya que les requiere realizar proyecciones económicas para evaluar su razonabilidad, que hoy en día son muy difíciles de hacer sobre bases esperadas y razonables".
Molinos Cañuelas había entrado en concurso de acreedores en septiembre de 2021 por una deuda de más de u$s 1300 millones, uno de los montos más altos luego del de Vincetin.
"La crítica situación económico y financiera que el país está atravesando dificulta la previsibilidad y e imposibilita realizar una planificación lógica y una propuesta razonable de acuerdo preventivo. Creemos que en los próximos meses tendremos un escenario más definido para que ambas partes puedan llegar a un acuerdo razonable", aseguraron desde la empresa que aseguran que en este tiempo no se vio resentido ninguno de los más de 3000 puesto de trabajo y que continúan produciendo y exportando de manera normal.
La firma tiene el 25% del mercado nacional de harinas y es la responsable del 50% de la harina que se exporta, según cifras de la propia empresa.
También es la empresa que se llevó la mayor parte de los fondos del Fondo Estabilizador del Trigo Argentina (FETA), el programa creado en 2022 para subsidiar a los molinos y contener el precio del pan.
Entre los puntos presentados por las empresa para justificar el pedido de la readecuación de plazos se encuentran tanto la situación de incertidumbre económica como la política del país, además del escenario internacional.
"La crítica situación económico - financiera que el país está atravesando, agravada por un escenario electoral con proyectos de país sumamente disímiles, y en ciertos casos con cambios de orientación casi copernicanos o que podrían arrojar consecuencias de muy difícil previsibilidad, en los hechos ha generado una situación de total incertidumbre, lo que en suma imposibilita -en los hechos y más allá de cualquier esfuerzo racional de la concursada- hacer una planificación lógica y con bases ciertas sobre las cuales cimentar una propuesta razonable de acuerdo preventivo", justificó la empresa en el escrito ante la Justicia.
En cuanto al plano internacional, Molinos Cañuelas expresó en el escrito: "Nos encontramos en un escenario con tasas de interés récord que se aproximan al 120% anual, la tasa de referencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos en su máximo histórico de los últimos 22 años y ante la incertidumbre generada tanto en el ámbito interno por el cambio de gobierno, y en un ámbito internacional caracterizado por una economía post-pandémica con altas tasas de interés e inflación, al igual que conflictos bélicos como la guerra de Ucrania y recientemente de Israel (ambos conflictos que involucra directamente a Estados Unidos e incidirán en su política monetaria), la realidad es que cualquier predicción económica y financiera que cualquier actor pretenda hacer, no sería más que una suposición sin fundamentos ciertos".
Según detalló la empresa, gran parte de la deuda concursal está en manos de bancos internacionales y denominados en moneda extranjera, mayoritariamente en dólares estadounidenses.
"Frente a dicha circunstancia, resulta prácticamente imposible pensar en una propuesta de pago cuando ni siquiera se puede determinar con qué valores y tipos de cambio se trabajará", aseguraron.
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