La Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL), comisión de las Naciones Unidas, emitió un comunicado en el que recupera expresiones de Alicia Bárcena, su secretaria ejecutiva.
De acuerdo a la publicación, Bárcena advirtió hoy que la pandemia del coronavirus (COVID-19) tendrá efectos devastadores sobre la economía mundial, seguramente más intensos y distintos que los sufridos durante la crisis financiera global de 2008-2009, y que los países latinoamericanos y caribeños no estarán ajenos a ellos, ya que serán impactados a través de varios canales.
Las expresiones de Bárcena tuvieron lugar en la teleconferencia del Diálogo Interamericano sobre el coronavirus y sus consecuencias para las economías de América Latina y el Caribe, moderada por Michael Shifter, presidente de la institución con sede en Washington, y que incluyó también a Santiago Levy, economista senior de la Brookings Institution.
Bárcena rescata el comunicado, sostuvo que la crisis del COVID-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido, y que impactará a una “ya debilitada economía mundial y la afectará tanto por el lado de la oferta como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción -que golpeará severamente al comercio mundial- como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias debido a un alza del desempleo y mayores dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda”.
“América Latina y el Caribe, así como otras regiones emergentes, se verá afectada negativamente”, declaró la máxima autoridad de la CEPAL, quien a la vez explicó que los últimos pronósticos de la Comisión realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1,3% para 2020 pero que “las proyecciones han sido revisadas a la baja significativamente en el actual escenario”, señaló.
La información de CEPAL explica que el organismo estima una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba en diez puntos porcentuales. Esto llevaría a que, de un total de 620 millones de habitantes, el número de pobres en la región suba de 185 a 220 millones de personas; en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67,4 a 90 millones.
Bárcena precisó que el Coronavirus afectará a la región a través de cinco canales. Que el comunicado resumió:
Un primer canal de transmisión de esta crisis es el efecto de la disminución de la actividad económica de varios de los principales socios comerciales en las exportaciones de bienes de los países de la región. China, por ejemplo, es un destino importante para las exportaciones de varias economías latinoamericanas, siendo el principal socio comercial en los casos de Chile, Perú y Brasil. CEPAL estima que las exportaciones de la región a ese destino podrían caer hasta 10,7% en valor.
Un segundo canal proviene de la caída en la demanda de servicios de turismo, que impactaría más severamente a los países del Caribe. Se calcula que si la prohibición de viajes a causa del virus se prolonga por uno, dos, o tres meses, la actividad turística en el Caribe, por ejemplo, en 2020 se contraería en 8%, 17% y 25%, respectivamente.
El tercer canal de transmisión se daría a través de la interrupción de las cadenas globales de valor. Esto afectaría principalmente a México y Brasil, países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros (en especial en los casos de repuestos para automóviles, electrodomésticos, productos electrónicos y farmacéuticos).
Un cuarto canal que afectaría a la región de América Latina y el Caribe está en la caída de los precios de los productos básicos (commodities), sobre todo para los países exportadores de materias primas en América del Sur.
En tanto, un quinto canal de transmisión se deriva de la mayor aversión al riesgo de los inversionistas y el empeoramiento de las condiciones financieras globales.
“Ningún país podrá combatir esta pandemia sin la cooperación global y regional. Al final del día, lo que realmente necesitamos considerar es qué pasará con el multilateralismo. Debe haber más integración. Definitivamente debemos movernos hacia una mayor coordinación y la prioridad de las políticas debe ser cómo abordar la actual crisis social y de salud”, enfatizó Bárcena.
“Esta pandemia tiene el potencial de rearmar la globalización geopolítica, pero es también una oportunidad para recordar los beneficios de la acción multilateral. Esto es lo que, por ejemplo, el secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, está tratando de hacer: ver cómo la coordinación de políticas puede ir en apoyo de los países en desarrollo, ya que las asimetrías entre las naciones desarrolladas y en desarrollo se notarán cada vez más claramente. Ya lo hemos visto con todo el movimiento de descontento social contra estos modelos de globalización que no están respondiendo a las expectativas de la gente”, declaró.
“Necesitamos repensar todo, la economía completa. Necesitamos una nueva visión para enfocarnos en cómo sobrellevar este escenario tan difícil que tenemos por delante”, concluyó Bárcena.
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