Las mayores compañías tabacaleras incursionan en la marihuana ¿y en Jujuy?

Junto a las compañías de bebidas alcohólicas, las tabacaleras estudian atentamente la marihuana o cannabis (por el nombre de su género, que es parte de la familia de las cannabaceae) y el campo que configura sus usos y consumos.

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Los datos alarmantes sobre lo nocivo del consumo de esas tabaco y el alcohol siguen siendo nefastos, pero ya son conocidos por la mayor parte de la sociedad  y las tendencias saludables van en crecimiento. El cannabis, que se ofrece –de acuerdo a perspectivas- como recreativo, nocivo, medicinal y hasta saludable, es hoy un sector floreciente. Y Jujuy lo tiene en agenda.

Tilray Inc. es la compañía farmacéutica productora de marihuana canadiense a la que miró el mundo entero cuando sus acciones subieron dramáticamente en septiembre de este año, hace menos de dos meses. Su máximo ejecutivo, Brendan Kennedy, expresó para la Agencia AP que "compañías que no hubiera imaginado que estaban interesadas en el sector lo están estudiando activamente ahora". Y son, sobre todo, compañías del tabaco y de bebidas alcohólicas.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cigarrillo de tabaco mata a aproximadamente 7 millones de personas al año, aunque también tiene un impacto devastador en el medio ambiente: contribuye a la deforestación, la contaminación de tierra y agua, y a la acidificación.

Otro reporte de la OMS publicado a fines de septiembre pasado advierte que la huella medioambiental que deja la producción del tabaco es comparable a la de países enteros. Y más números para el horror: producir los 6 billones de cigarrillos que se hacen al año daña al planeta incluso más que la producción masiva de cultivos para la alimentación.

Nicholas Hopkinson, uno de los autores del reporte, dijo que los cigarrillos deberían considerarse un “producto no ético” por su impacto en el ambiente; y los expertos calculan que una sola persona que fuma un paquete de 20 cigarrillos al día durante 50 años es responsable de una disminución de 1,4 millones de litros de agua en el mundo.

La reciente inversión de 3.800 millones de dólares de la firma fabricante de la cerveza Corona (Constellation) en Canopy Growth Corp., una compañía de marihuana medicinal, no sólo es el acuerdo más grande en esta actividad hasta la fecha, sino que le da aún mayor espalda y legitima una industria de un producto cada vez más aceptado, que por su diversidad de usos y consumos, ofrece amplios mercados nuevos para empresas e inversionistas de todo el mundo.

Pero la legalidad es un factor. Canadá es el primer país del G-7 en legalizar la marihuana para su uso recreativo y varios estados en Estados Unidos ya han hecho lo mismo. Aquí, más cerca, Uruguay. Otros países alrededor del mundo, desde Alemania hasta Australia, pasando por Argentina, han legalizado la marihuana medicinal y, todo parece indicarlo, muchos otros seguirán el mismo camino.

El alcohol, que ya sufre de una disminución en el consumo entre los más jóvenes, ha observado una caída en las ventas en los mercados donde se ha legalizado la marihuana. E investigaciones de mercado demuestran que las ventas de alcohol cayeron un 15% tras la aprobación de leyes sobre marihuana medicinal en varios estados de Norteamérica.

Las oportunidades de mercado son enormes, desde bebidas con infusión de tetrahidrocannabinol (THC, constituyente psicoactivo de la planta de cannabis) hasta cremas tópicas con cannabidiol, usos en la gastronomía, aceites y muchísimo más.

Y los ejecutivos de las grandes empresas dedicadas al sector expresan que la marihuana está a la altura de la cerveza, el vino y los licores en términos de categorías, en términos de tamaño, escala y alcance, sin tener en cuenta las potencialidades que tiene en el campo de la medicina.

Los estudios publicado por los analistas de BDS y de los investigadores de mercados Arcview estiman que el gasto mundial de los consumidores en cannabis llegará a 32.000 millones de dólares anuales para el 2022, el triple de los niveles actuales. Los mismos especialistas aseguran que tal proceso de crecimiento afectará a varias categorías de consumo, entre ellas, el tabaco. "Hay cada vez más pruebas de que las personas están consumiendo cannabis en los mercados legales para reducir su consumo de tabaco y se está trabajando para determinar si el cannabidiol puede utilizarse como una forma para dejar de fumar", dijo Shane MacGuill, jefe de investigación sobre tabaco de Euromonitor International.

El proceso de legalización del cannabis medicinal en nuestra provincia, como ya lo repasó InfoNegocios Jujuy (vera aquí), la convierte en pionera en el país en regular la producción de marihuana para la investigación y el desarrollo medicinal. A la vez, Jujuy sigue identificando su matriz productiva con el tabaco como uno de sus recursos principales. La tendencia mundial, y también el clima local –refiriéndonos ya la conjunto de condiciones atmosféricas que se dan en la región- parecen ser propicios, sin embargo para la antiguamente usada, penalizada a principios del siglo XX, traficada y ahora puesta en valor planta.

Tanto el ambiente, como la medicina y ahora también la ciudadanía y políticas que legitiman su consumo como decisión personal que no afectan a terceros, están mandando señales de una industria que ya germinó y ahora va a crecer, al tiempo que indican que la del tabaco va a decaer. En Jujuy, los productores tabacaleros y las políticas públicas, ¿podrán preverlo?

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