Las tecnologías, redes sociales e internet generan múltiples formas de interacción. La violencia de género en la cultura digital se presenta como violencia digital, la cual aún no está legislada como delito. El Observatorio Nacional MuMaLa (2019) planteó que la violencia de género digital se expresa en hostigar, controlar, someter, insultar, molestar, humillar, amenazar, extorsionar y engañar virtualmente, violencia que puede continuar de forma presencial. Las mujeres limitan su autonomía en la red aumentando la brecha digital existente.
¿Te controla a través de la tecnología?
Los adolescentes están conectados y viven su sexualidad mediatizada por internet, el celular puede utilizarse como instrumento de control llamado “cibercontrol”, a través de conductas como presionar para que su pareja le dé su contraseña, consultar siempre con quienes se comunica, demandar que envié ubicación e imágenes para comprobar dónde y con quienes esta, controlar sus comentarios en las redes o bien amenazar con difundir sus mensajes privados.
Se justifica el control con la idea de amor y protección, en realidad, estos comportamientos buscan controlar y principalmente lo ejercen los varones hacia las mujeres. El celular y cada perfil de la red es personal y privado, si alguien no confía en nuestra palabra y exige pruebas para creernos es una señal de que la relación no es saludable.
¿Sexting riesgoso?
Los adolescentes viven su sexualidad practicando el sexting de forma natural y riesgosa. Se refiere al envió de contenidos e imágenes de la vida sexual intima con poses provocativas y desnudez. Una forma de exhibicionismo que experimenta el placer sexual por ser observado y por observar a los otros. Se realizan de forma voluntaria y se envían a sus amigos y parejas.
Según Jorge Flores, Fundador y Director de Pantallas Amigas, el sexting es practicado especialmente por adolescentes y jóvenes. Para las mujeres el sexting significa un fenómeno de empoderamiento que impacta en su autoaceptación personal, es por ello que son las que más lo practican y, al mismo tiempo, son las principales víctimas.
Confían que un otro cuidará su privacidad, se presenta como una forma de ganar visibilidad y aceptación de sus pares, les parece divertido, buscan seducir a alguien. Imitan el exhibicionismo y también lo hacen como consecuencia del consumo problemático de sustancias.
Faro Digital en su campaña “sextea con la cabeza”, reconoce que la práctica del sexting se vive cotidianamente entre los adolescentes y es una forma de vivir su sexualidad en la cultura digital. Orientan para que sea practicado de forma segura y con responsabilidad, cuidando la privacidad, intimidad, identidad digital y seguridad personal de los chicos.
A la hora de producir y compartir imágenes con contenido sexual es importante que lo realicen con responsabilidad y el deseo propio, que sean imágenes anónimas donde se oculte su rostro y otras formas de identificación con su identidad, y que se configuren las medidas de privacidad correspondientes.
Difusión de imágenes íntimas sin permiso y acoso digital
La violencia digital contra las mujeres es una violencia que tenemos que prevenir con políticas públicas y condenar con leyes. La Fundación Activista Feminista Digital impulsa leyes para que la violencia digital como la difusión de material íntimo sin permiso y el acoso digital, entre otros, se condene por las consecuencias negativas que afectan la integridad psicofísica y social de las víctimas, vulnerando sus derechos y seguridad personal.
La difusión de imágenes íntimas sin permiso es un tipo de violencia digital contra las mujeres, quienes nunca autorizaron la difusión de su intimidad sexual y son víctimas, en varios casos, son difundidas por sus parejas y amigos. Estas imágenes se viralizan y llegan a una audiencia infinita que las expone a múltiples riesgos afectando su seguridad personal. Se pierde el control absoluto de las imágenes, porque internet no tiene derecho al olvido, lo que implica que todo lo que se produce y publica en internet pasa a ser de todos.
Faro Digital (2019) distingue tipos de difusión de imágenes íntimas sin permiso:
- Envió privado consensuado y difusión sin permiso: Se producen y envían imágenes sexuales con consentimiento mutuo, pero uno de ellos difunde las imágenes sin permiso. Se difunde por amenaza hacia su pareja cuando no accede a obedecer, como venganza por terminar la relación y por reconocimiento grupal de otros varones.
- Envió como exigencia y difusión sin permiso: Son imágenes que se crean sin consentimiento, donde las mujeres se ven obligadas a hacerlo como pruebas de amor y que una vez enviadas son difundidas sin su permiso.
- Robo de imágenes y difusión sin permiso: Esto puede darse cuando se roban las imágenes de los dispositivos.
- Envió consentido y difusión sin intención: Los protagonistas deciden producir las imágenes sexuales y por descuidos o error se difunden esas imágenes.
Una de las consecuencias de esta difusión no consentida que sufren las mujeres es el acoso digital, otro tipo de violencia digital, el cual creció en el último tiempo. Los acosadores aprovechan el poder del anonimato para hostigar y humillar.
La violencia digital impacta en la integridad psicofísica de las mujeres, en su identidad digital y en su reputación web, se vulnera su derecho a la privacidad y socialmente son discriminadas y acosadas por vivir su sexualidad, se las culpabiliza. La identidad digital forma parte de nuestra identidad personal e influye en nuestro cotidiano.
Recomendaciones:
- Conocer los peligros en internet para autoprotegerse
- No permitir el cibercontrol
- Denunciar en la red
- No utilizar cámara web
- No enviar imágenes sexuales que se vinculen con la identidad
- Configurar contraseñas y privacidad seguras.
Romina Tarifa
Licenciada en Psicopedagogía
Instituto de Protección y Ciudadanía Digital
Defensoría del Pueblo de Jujuy
(388-154327313)
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