Desde la provincia salen los primeros duraznos y nectarinas que se comercializan en los grandes mercados del país. Esto es posible, gracias al clima peculiar y la excelente ubicación de los valles templados de Jujuy que permiten explotar al máximo el potencial de la región para la producción de fruta primicia.
Viviana Curzel, especialista en frutales del INTA Perico explicó “buscamos obtener cultivares más precoces, con fruta de buen tamaño, color y sabor para ampliar la oferta de variedades promisorias para el sector productivo”.
“Conocemos el potencial que tenemos en la región para la producción de fruta fresca de primicia”, continuó. “Nuestro objetivo es ser el centro de referencia del país en frutales con bajos requerimientos en horas frío, con cosechas extra tempranas y tempranas y aprovechar la ventana comercial desde septiembre a noviembre”.
Tras ensayos realizados en la parcela experimental Los Alisos hay grandes resultados de avances en este mejoramiento genético. En este punto la investigadora detalló que “en la presente campaña se realizaron ocho cruzamientos, siete entre variedades de durazno y uno entre nectarinas”.
Un punto clave en este proceso es el tratamiento diferencial que le brindan a las semillas. “Debido a que las variedades son de ciclo corto de producción –alrededor de 90 días entre floración y cosecha– generan semillas cuyos embriones son inmaduros”, explicó Curzel quien explicó que para asegurar buenos resultados utilizan técnicas específicas como el rescate de zigotos o cultivo de embriones.
“Los avances en los trabajos iniciados son positivos”- aseguró - “obtuvimos más de 2300 flores polinizadas, un 70 % de frutos cuajados y, hasta la fecha, alrededor de 200 semillas sembradas en diferentes tratamientos”.
En los próximos meses, el equipo de investigadores pionero en la identificación y selección de variedades para la región espera el desarrollo y crecimiento de los primeros híbridos para continuar con los trabajos de selección y difusión.
“Trabajamos para el desarrollo de variedades nacionales mejor adaptadas a las condiciones agroecológicas locales”, indicó la investigadora del INTA.
La parcela experimental Los Alisos es fruto de un convenio entre INTA, las empresas LATSER S.A, LATITUD SUR S.A y la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Jujuy.
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