La actividad económica nacional se desaceleró en el segundo trimestre de 2018, en tanto el peso sufrió una devaluación desde fines de abril del año pasado que lo dejó con una caída del 100% frente al dólar. En consecuencia, la inflación aceleró desde junio.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en su último informe, señaló caídas en diversos sectores: el índice de producción industrial manufacturero cayó un 14,7%, respecto del mismo mes el año pasado; automotores, carrocerías, remolques y autopartes, 25,1%; la división “muebles y colchones, y otras industrias manufactureras” muestra una caída de 31,1%; alimentos y bebidas registraron una disminución de 2,8%; “productos de tabaco”, una caída de 11,4%; productos textiles, un 36,3%; ropa, cuero y calzado, una disminución de 10,8%; madera, papel, edición e impresión, cae 13,8%; y así sigue la larga lista.
En Jujuy, la situación es difícil también. Si bien las últimas cifras dispuestas por la Dirección Provincial de Estadística y Censos (DIPEC) muestran, en el 3er trimestre del 2018, una tasa de actividad del 43.2%, desocupación del 4,6%, tasa de empleo del 41,2%, y ocupados demandantes de empleo al 20,3%, esto sólo corresponde a la Ciudad Capital y la localidad de Palpalá.
El salario no alcanza y los productos suben su precio cada vez más. Y el intento por subsanar las faltas en el hogar alientan al empleo informal en la provincia, y las changas –eventuales, nunca previsibles- vuelven a ser opción para sobrellevar el contexto.
Últimos datos manejados en mayo de 2018 por la Unión de Empresarios de Jujuy (UEJ), muestran un aumento del 55% del empleo informal. En la capital y las otras ciudades centro de región en Jujuy, el cierre de locales emprendedores y de otros antiguos, en ventas de ropa, calzados, y comidas, entre otros rubros, se agudiza.
En los barrios comerciales, como el conocido sector 1ro. de Marzo, sobre la avenida Almirante Brown en San Salvador de Jujuy, también las familias y comerciantes sufren la bajada de persianas por cierre en locales de décadas: carnicerías, ferreterías y mueblerías.
Para este año, se espera que durante el primer trimestre la demanda interna incremente un 8,2%, así como las exportaciones y otros indicadores a nivel nacional, aunque en la calle estos números difícilmente se perciban, y mañana hay que salir de nuevo a volver con pan y lo que hay que juntar para pagar las cuentas.