La quínoa es una de las semillas preferidas en los últimos tiempos. Las olas de vegetarianismo, en algunos casos veganismo, y la fuerte tendencia “fit” y saludable, parecen potenciar la fiebre por este alimento, utilizado en las cocinas gourmet, regionales y cientos de hogares. Lo cierto es que en Jujuy, y el espacio andino en general, la quínoa es un cultivo que existe desde hace más de 5 mil años, a pesar de su “descubrimiento” para el uso culinario.
Este grano madre, resulta ser muy provechoso y una buena oportunidad en términos productivos -no sólo en nuestra provincia– debido a su rápida adaptación a diferentes tipos de ambientes, lo cual podría llegar a pensarse como una actividad expandible en más territorios del país. Sin embargo, es ineludible la inversión tecnológica, y Jujuy, en ese sentido, está un paso adelante.
En 2018 se inauguró la Planta Procesadora en el predio del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar (IPAF) NOA perteneciente al INTA, en la Posta de Hornillos, con una capacidad de procesamiento de 200 kg/hora; una estructura moderna e innovadora en el ámbito productivo local
Desde junio, los agricultores familiares del NOA, trabajan en la campaña 2019 en la producción de quinua con valor agregado. Con esa infraestructura, desarrollan el proceso de beneficiado o desaponificado de la quinua, lo que permite el acondicionamiento para que sea apta para el consumo humano, además de poder dosificar y envasar automáticamente la quinua perlada.
La planta dispone de una clasificadora-limpiadora y de una multi escarificadora de desarrollo y diseño conjunto entre técnicos de IPAF NOA y de la empresa palpaleña FLAMA SRL. Asimismo, cuenta con una despedradora de origen peruano, y también con dosificadoras y envasadoras de fabricación nacional.
Si querés conocer sobre los beneficios de la quínoa, en IN Jujuy ya te habíamos contado un poca del tema (ver aquí).