La cultura vegetariana, vegana, la conciencia sobre lo nocivo de los excesos de azúcar y el consumo de alimentos altos en grasas, han obligado a las principales productoras de alimentos a dar un giro. Y Argentina es un eslabón clave de este cambio.
Como país productor de materias primas de altísima calidad, el nuestro forma parte de los países agroexportadores a los que miran las empresas fabricantes de alimentos. Y los cultivos como la quinua o quinoa empiezan a ser estrellas, ya que suplantan en las dietas 3.0 a los alimentos hoy considerados perjudiciales para la salud.
Los cultivos andinos, actualmente, forman parte de los alimentos codiciados por el mundo gracias a sus características proteicas que los hacen únicos. La quinua es la consagrada de este nuevo escenario. Y Jujuy, uno de los principales productores del país junto a Catamarca y Salta.
La competencia: Chile e Indonesia en menor escala; mientras que Bolivia - histórico productor- fue recientemente relegado a un segundo lugar por Perú, el número 1 en el mercado global de la quinua, signado por la demanda de nuevas variedades que el país andino ofrece.
Si comparamos la quinua con otros cereales, cuenta con más proteínas y grasas insaturadas y se suman el omega 3 y 6 que la hacen un mega alimento. Y su valor calórico no difiere de cualquier cereal.
Se trata de un grano sin gluten y con alta calidad de proteínas, calcio, fósforo, hierro y magnesio. El grano se consume de manera similar al arroz o molido en harinas. Además, tiene gran adaptabilidad al medio, tolerancia a la escasez de agua y resistencia a enfermedades.
Es multi requerida en Europa y Estados Unidos, siendo su demanda satisfecha de manera íntegra por Perú y Bolivia. ¿Podrá subirse Jujuy a esta ola de la quinua?
En sí misma, la quinua conforma una oportunidad única para Jujuy en los mercados internacionales. Hace ya casi un año - en marzo de 2018 - el Estado provincial inauguró en Posta de Hornillos la Planta Piloto de Valor Agregado de Quinua y Cultivos Andinos en el IPAF NOA. Equipada con tecnología y conocimiento INTA, la planta permitirá que 200 productores clasifiquen, desaponifiquen y envasen su producción para la venta, mejorando sus posibilidades de venta mayorista y minorista y abriendo así mercados nacionales y por qué no, internacionales.
Jujuy, en el centro de la región andina, es productor del grano milenario tanto en Puna como en Quebrada, en proximadamente 5.000 m2. El Departamento Yavi es donde mayor superficie se produce, según informes publicados por el INTA.
El ingeniero agrónomo Ezequiel Medina, profesor de la cátedra de Ecología Agrícola de la Universidad Nacional De Jujuy (UNJu), contó a IN Jujuy cómo se está manejando hoy el cultivo y sus perspectivas de crecimiento: "la quinua tiene una gran implantación en Jujuy hasta en la zona de los valles es posible adaptarla, pero su fuerte es Puna y quebrada, en mi experiencia por los trabajos que vengo realizando, el problema que tienen este tipo de granos es el mercado. Hace dos o tres años era muy poco probable poder introducir en el circuito de los commodities a la quinua, tanto por falta de demando como por contar con una producción en pequeña escala. Hoy el mercado está en expansión y en Jujuy contamos con la posibilidad de tener producción de quinua orgánica, ya que entre sus ventajas, este cultivo tiene la versatilidad de un manejo ecológico esto significa, que en la Puna se puede producir quinua utilizando la menor cantidad de insumos agroquímicos, que nos permiten dañar en menor medida, en muchos casos nulas, con la utilización de compostaje o abono natural”.
La quinua está íntimamente relacionada con los conocimientos ancestrales y la historia de la región. En la Puna y Quebrada es una práctica productiva muy arraigada en el marco de la agricultura familiar y para la pequeña producción, por lo que el cereal llega las mesa de todas las familias de la zona.
Si bien en la Argentina aún se trata de una producción incipiente y, por lo general, de autoconsumo (cuyo producción integral se realiza manualmente y con escasa tecnificación, tecnologías e innovaciones), la mirada de los especialistas del INTA está puesta en Jujuy como un lugar a explotar con el cultivo antiguo, aunque también del futuro.
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