Jujuy se suma a las zonas del país privilegiadas para la producción vitivinícola, especialmente en las alturas de la zona de quebradas. Es el lugar donde abundan los vinos de alta gama, con características únicas que los hacen atractivos al turismo internacional, ávido de las novedades.
Los vinos locales tienen una gran variación en cuanto a sabores; de una misma variedad de uva plantada a pocos metros se obtiene un vino totalmente diferente, por lo que se puede obtener un malbec con muchas identidades varietales, sin salir de lo propio del malbec (vinos redondos, armónicos y con buena concentración de azúcar).
La vitivinicultura en la Quebrada de Humahuaca es un gran desafío. Debido a las condiciones geo-climáticas, muy especiales y únicas, con algunos puntos de extrema altitud del cultivo, la vid está dando buenos resultados con vinos de gran calidad y sellos de autor.
La altura aporta una amplitud térmica que se ubica en unos 20 grados. Esto permite que la madurez de los frutos logre un gran ritmo; a su vez los vientos en algunas zonas más cálidas favorecen a la maduración, mientras que en zonas más altas el viento frío modera la temperatura en las épocas más calurosas.
Del encuentro en Bs. As. Participaron las bodegas: Tukma (presentó su vino 2670), Viñas El Perchel (con sus vinos Perchel Runa y Cactus) y Amanecer Andino (Un corte en la Quebrada y Amanecer Andino). Además, se presentó la grapa “Cholita”, elaborada por destilería La Conversión.
La cata, organizada por la institución jujeña, estuvo acompañada por la gastronomía del destacado chef jujeño Daniel Hansen, y de alrededor de cuarenta actores del medio vitivinícola de Argentina, entre ellos, algunos de los más importantes sommeliers de Buenos Aires, periodistas, blogueros especializados en vinos y chefs, quienes destacaron lo intenso y poderoso que son los vinos norteños.