El evento que combinará música y gastronomía tradicional de la zona tendrá lugar el sábado 11 y domingo 12, ambas jornadas desde el mediodía, en un predio municipal de Maimará, poblado ubicado a la vera de la ruta nacional 9, a unos 78 kilómetros al norte de la capital jujeña.
“La gente que se acerque va a poder disfrutar de humitas, tamales, pastel de choclo y otros preparados a base de maíz, combinados con más productos de la agricultura local y acompañados, por ejemplo, con asado de cordero”, contó a Télam el director de Turismo de Maimará, Luis Zerpa, al abrir invitación a participar del Festival.
Agregó que serán más de 40 los stand gastronómicos a instalarse, a los que se sumarán puestos de artesanos locales, que podrán recorrer mientras músicos y bandas locales irán brindando su actuación.
Continuando, Zerpa se refirió a la invitación a disfrutar de las distintas propuestas de turismo en Maimará, con circuitos para recorrer caminando, en bicicleta o mediante cabalgatas, y ante variados servicios para la comodidad de los visitantes, como ser de alojamiento, sumando más de 500 las plazas hoteleras habilitadas.
Con el acompañamiento de guías locales, uno de los principales circuitos llega al “Puente natural”, una formación geológica de origen fluvial con forma de túnel, emplazada en cercanías al poblado. El recorrido tiene una duración prevista de 3 horas, suma unos tres kilómetros y es de dificultad media.
En el trayecto, se visitan además dos sitios sagrados: el cementerio de los despachos, lugar configurado por ritos funerarios; y el antigal Iruyito, sitio arqueológico datado antes de la llegada de los Incas a la región.
Otro circuito se asocia al cerro la “Paleta del Pintor”, que si bien se puede apreciar desde el pueblo, cuenta con un sendero especial, el cual es además por el que miles de peregrinos llegan cada año hasta el santuario en la zona de la virgen de Punta Corral.
La travesía propone ascender el cerro y contemplar desde lo alto todo Maimará, en una excursión de una duración aproximada de seis horas, con nivel de dificultad alto y llegando a recorrer 5 kilómetros.
Otras propuestas invitan a recorridos más cortos y de baja dificultad, hasta distintos miradores que se adentran en ritos, tradiciones e historias de la cultura local que se funden con el paisaje.
En el poblado también se hallan un Museo de la Vida Campesina, perteneciente a una cooperativa de agricultores; para los amantes del vino, tres bodegas en las que se pueden hacer visitas guiadas; y una productora de cerveza artesanal, que ofrece degustaciones con otros preparados.
En cuanto a la oferta de turismo rural, el director de turismo de Maimará indicó finalmente que permite compartir el quehacer diario de los pobladores locales, dedicados principalmente a la agricultura y la ganadería, además de disfrutar de experiencias particulares, como aprender a cocinar un plato típico o tejer una prenda.
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