Este evento reunirá a destacados representantes del sector y servirá como plataforma para revisar la agenda actual, la cual impacta directamente en el NOA por los combustibles generados a partir de la caña de azúcar.
De hecho, la CPBIO está integrada por los principales gremios empresariales e industriales de las Américas dedicados a la producción y procesamiento de diversos productos del sector agropecuario, como azúcar, alcohol, maíz, sorgo, soja, aceite vegetal y granos.
Según la declaración de origen de la CPBIO, los biocombustibles, especialmente los líquidos, son un factor clave para la descarbonización del transporte y la lucha contra la crisis climática. Estos combustibles limpios mejoran la calidad del aire, contribuyen al desarrollo agrícola y económico, diversifican la oferta productiva, protegen los suelos mediante la rotación de cultivos, generan empleos sostenibles y aseguran una demanda estable para los agricultores.
Brasil y Paraguay utilizan un corte de bioetanol de alrededor del 25%, mientras que Argentina solo utiliza el 12%. Al respecto, el director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam, destacó que Argentina podría duplicar o triplicar ese nivel gracias a su gran producción maicera. A su entender, la convergencia facilitaría el trabajo de la industria automotriz y abriría la posibilidad de desarrollar un mercado regional de bonos de carbono.
La implementación de la propuesta de la CPBIO, que incluye elevar el nivel de mezcla al 15% en el corto plazo y planificar un corte del 25% en el futuro, podría generar inversiones de más de 2.500 millones de dólares, especialmente en las provincias productoras de la materia prima. Además, evitaría el incremento de importaciones de naftas contaminantes y generaría un ahorro significativo de divisas para Argentina. El bioetanol también tiene el potencial de impulsar el desarrollo regional a través de la producción de coproductos como la burlanda, que puede utilizarse en la ganadería y la lechería, según un informe del sector en Bioeconomía.
En cuanto a los biocombustibles para aviones, Adam lamentó que este tema no esté en la agenda política y económica de Argentina. Aseguró que el país tiene el potencial para producir biocombustibles a partir de aceites y grasas, pero la falta de legislación ha frenado su desarrollo. Destacó el ejemplo de Paraguay, que ha tomado la delantera con un proyecto de inversión privado de más de 1.000 millones de dólares. Explicó que la Conferencia abordará este tema y expondrá las oportunidades que se abren tanto para Argentina como para las Américas en general.
La primera Conferencia de la Coalición Panamericana de Biocombustibles Líquidos está respaldada por diversas instituciones del país, como la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA), la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR), la Cámara de Bioetanol de Maíz (BIOMAIZ), la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina-Centro de exportadores de Cereales (CIARA-CEC) y el Centro Azucarero Argentino (CAA).
También cuenta con el respaldo de la Asociación Azucarera de El Salvador; la Asociación de Combustibles Renovables Guatemala (ACR); Azucareros del istmo Centroamericano (AICA), Alcoholes del Uruguay (ALUR), la Asociación de Productores de Alcohol de Guatemala (APAG), Arreglo Productivo Local de Alcohol (APLA), de Brasil, la Asociación de los Productores de Biocombustibles de Brasil (APROBIO), la Asociación de Azúcares y Alcoholes de Panamá (AZUCALPA), la Cámara Paraguaya de Biocombustibles y energías renovables (BIOCAP), el Centro Azucarero y Alcoholero Paraguayo (CAAP), la Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera de México, el Comité Nacional de Productores de Azúcar Nicaragua (CNPA), la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (FEDECOMBUSTIBLES), la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (LAICA) de Costa Rica, la Asociación Peruana de Agroindustriales del Azúcar y Derivados (PERUCAÑA), la Unión de Azucareros Latinoamericanos (UNALA), la Unión Nacional do Etanol de maíz (UNEM), la Asociación Brasileña de la Industria de la caña de Azúcar (UNICA) y el Consejo de Granos de Estados Unidos.
El G20 lanzaría en julio la Alianza Global de Biocombustibles
La Alianza Global de Biocombustibles busca implementar proyectos que aumenten la adopción de biocombustibles y su tecnología asociada, y sería lanzada durante la próxima reunión de referentes de energías prevista en julio.
Así lo anunció el ministro de Petróleo y Gas Natural de la India -país que ejerce la presidencia del G20- Hardeep Puri, durante una reunión con el Director Ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Fatih Birol. El objetivo fue abordar las preocupaciones comunes de las economías emergentes.
India es el tercer mayor consumidor e importador de petróleo del mundo, recibiendo alrededor del 85% de sus necesidades de crudo, pero está construyendo capacidad gradualmente para aumentar su producción de biocombustibles.
Según la AIE, India requiere aproximadamente 150 mil millones de dólares al año en inversiones en energía limpia hasta 2030 para lograr una transición exitosa hacia fuentes de energía más limpias. Esta cifra es tres veces mayor que el nivel actual de inversiones anuales en energía limpia en India.
El mes pasado, el Ministro de Minas y Energía de Brasil, Alexandre Silveira, dijo que tiene planeando visitar la India antes de fin de año con el propósito de profundizar los lazos energéticos entre ambos países, especialmente en biocombustibles y etanol.
Silveira asumió a comienzos de año con la llegada del nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y dijo que buscará darle continuidad a la cooperación con India iniciada en abril del año pasado. Durante aquella visita se puso énfasis en la implementación de tecnologías de punta en motores flex e híbridos.
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