Variedad de productos y precios disponibles las 24hs del día, formas de pago según la comodidad del comprador y las ultimas aliadas del mercado virtual: redes sociales. Estos son solo algunos de los puntos por los cuales, comprar on-line, estaría llevándose por delante a la de los locales (físicos), en el país.
En el caso de la provincia norteña, en Jujuy es más costoso comprar, o al menos eso es lo que reflejan las últimas cifras dadas por la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos (DIPEC) que muestran un 4,8% de inflación en lo que va del año, superando a la nacional en un 4% del INDEC.
Sobre indumentaria, electrodomésticos, muebles para el hogar, y otros artículos, en la capital el abanico de ofertas, además de ser igualmente costosas, es limitada. Es común entre los comercios la repetición de productos con ofertas diferentes, en un horario comercial también reducido.
La Cámara Argentina de Comercio Electrónico, marca una fuerte tendencia en el tema. Según sus estudios “MID” durante el primer semestre de 2019 las ventas facturaron un 56% más al mismo periodo del año anterior. Esto se traduce a: 56,5 millones de unidades vendidas (7% más de los productos vendidos en Mid 2018); 2,1 millones de tráfico en internet (20% más de sesiones que en Mid 2018); y 41,9 millones de órdenes (21% más de órdenes de compra generas en el Mid 2018).
Entre los productos más vendidos los alimentos, bebidas (sin alcohol y alcohólicas); indumentaria infantil y accesorios; calzado no deportivo y herramientas serían los preferidos por los usuarios.
El celular ha sido un gran aliado del comercio digital, ya que gestionar una comprar es algo accesible a cualquiera y en todo momento. En las empresas que tienen un gran volumen de órdenes y soluciones “Mobiles” desarrolladas, el porcentaje de órdenes de compra a través de estos dispositivos es del 63% más.
Si bien el estudio indica que 9 de cada 10 argentinos compraron online alguna vez, (siete lo hicieron el último año), todavía existe el miedo al adquirir artículos por internet.
Las “barreras” para hacerlo son muchas, y esto podría ser una ventaja para las tradicionales formas de venta (no todo está perdido). En la mayoría de los casos la desconfianza, la falta de tarjetas de crédito para gestionar pagos, el tiempo de llegada de los productos, como así también concretar el punto de entrega, la imposibilidad de ver el “eso” que se está pro comprar, entre otros aspectos, predominan en la toma de desciño de los compradores.
Mirá el informe completo, aquí.
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