En su edición 2020, el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe analizó cómo se comportaron las economías de la región durante ese año, y actualizó las cifras de crecimiento y otros indicadores que reflejan el impacto sufrido por los países de la región a raíz de la crisis por la pandemia de COVID-19. En el documento hay nuevas estimaciones del producto interno bruto (PIB) para la región y todos sus países en 2020 y entrega una primera estimación de crecimiento para 2021.
Para Argentina, hay un capítulo completo, como para cada país de la región.
“En 2020 la economía de la Argentina cayó por tercer año consecutivo. Este desempeño se debió al impacto de la crisis de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), que repercutió negativamente en el consumo privado, la inversión y las exportaciones. Se prevé que al cierre el año el PIB haya caído un 10,5%, cifra mayor a la contracción registrada en 2019 (2,1%). En este marco, y a partir de una menor depreciación del tipo de cambio oficial y del congelamiento de un conjunto de precios regulados, la inflación se desaceleró al 43,5% interanual en el acumulado a octubre respecto al 53,5% promedio del año anterior”, inicia el capítulo de nuestro país.
Y continúa: “Para 2021 se prevé una recuperación de la economía del 4,9%, como resultado de la gradual reapertura de los sectores afectados por la pandemia, que redundaría en una mejora de los ingresos laborales y en un mayor consumo privado, y de un incremento de la demanda internacional de exportaciones. Esta estimación está supeditada a la extensión de la pandemia, asociada, en buena medida, a la disponibilidad masiva de la vacuna contra el COVID-19”.
Cuando reitera que “la inflación se desaceleró en 2020 respecto al promedio de 2019 (que fue del 53,5%), y alcanzó un 43,5% interanual en el acumulado a octubre”, el informe sobre Argentina explica que “el menor ritmo de inflación estuvo asociado al congelamiento de los precios regulados, a la suba gradual del tipo de cambio oficial y a la contracción del nivel de actividad. No obstante, la inflación se mantuvo en niveles elevados, a partir de la inercia del año previo”.
“En este marco, el índice de salarios elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC) cayó un 4% interanual en términos reales en el acumulado a septiembre. En octubre, la jubilación mínima se ubicó en 18.130 pesos (230 dólares) y el salario mínimo en 18.900 pesos (240 dólares). En el acumulado anual a octubre, el haber mínimo jubilatorio subió un 2,7% interanual en términos reales y el salario mínimo cayó un 9,7%”. Párrafos duros como este tiene el informe, entre otros que describen todo lo que venimos viviendo con mayor agudeza desde marzo de 2020 en el país.
“Se registró una caída significativa en la tasa de actividad (9,3 puntos porcentuales) y en la tasa de empleo (9,2 puntos porcentuales)”, es otro de los datos que arroja el capítulo argentino.
Podés acceder a la publicación del Balance Preliminar de las Economías 2020 de la CEPAL –y sus proyecciones para 2021- aquí.
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