En un mundo donde las rutas comerciales se redefinen a gran velocidad, Jujuy busca consolidarse como un punto estratégico en el mapa logístico sudamericano. A través de los corredores bioceánicos, la provincia se suma a la agenda global de integración regional que une los océanos Atlántico y Pacífico, potenciando el acceso directo a los mercados de Asia.
La apuesta por los corredores no es nueva, pero adquiere renovada relevancia ante el escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas, avances tecnológicos y la urgente necesidad de optimizar flujos logísticos. En ese marco, cada kilómetro pavimentado, cada paso fronterizo mejorado y cada trámite simplificado representan un paso clave hacia la competitividad exportadora.
Argentina ya articula una red concreta de infraestructura que incluye rutas provinciales, obras ferroviarias, pasos fronterizos y acuerdos binacionales con Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia. En esa red, Jujuy se perfila como bisagra del norte grande, con capacidad para convertirse en la plataforma de salida al Pacífico para el NOA y el NEA.
El interés del sector privado crece al ritmo de las oportunidades: menores costos, tiempos de traslado más cortos y acceso a nuevos mercados hacen de los corredores una alternativa preferida para el comercio exterior. Pero más allá del tránsito de mercancías, lo que se proyecta es una política de desarrollo territorial con impacto en infraestructura, empleo y atracción de inversiones.
Jujuy tiene la ubicación, el potencial y la visión. El desafío ahora es consolidarse como eje y no como extremo, para que el norte argentino deje de estar en los márgenes y pase a liderar el nuevo mapa del comercio internacional.
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