Después de décadas de un crecimiento estable de la demanda -que casi se duplicó por persona desde 1960-, el mundo se encamina hacia un punto de inflexión a medida que los grandes compradores (empresas productoras de bebidas y alimentos) se vuelcan a una producción sin azúcar.
Según algunas estimaciones, la demanda está creciendo en su nivel más bajo desde al menos la crisis financiera global. Compañías como Coca-Cola Co., que consume alrededor del 14% de todo el azúcar comercializado, y Nestlé SA, la empresa de alimentos más grande del mundo, reaccionan a las tendencias de los consumidores. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos observa la primera caída de la demanda en un cuarto de siglo.
La desaceleración parece señalar un viraje en un sector que experimentó un crecimiento casi lineal durante medio siglo en una población mundial en expansión y una riqueza creciente, más concentrada últimamente en economías dinámicas como China.
En Argentina, Ledesma S.A.A.I es referente del sector. Sumó este año a su tradicional producto tres nuevos derivados que van a revolucionar el mercado: endulzante light, edulcorante y azúcar orgánica.
El Noroeste argentino es líder en la producción de azúcar y la empresa jujeña dedica hace 110 años su potencial allí. Hoy, frente a un panorama de crisis, presenta un nuevo portfolio en el que se pueden encontrar productos que le permiten a la empresa una nueva oportunidad de crecimiento:
- Azúcar Orgánico: se obtiene a partir de la cristalización del jugo de caña de azúcar, sin procesar ni refinar.
- Light: mantiene el sabor de siempre con un 50% menos de calorías que el azúcar común. Está elaborada con azúcar blanca y sucralosa.
- 0%: un endulzante sin calorías a base de sucralosa.
Estos productos son elaborados por la empresa en Libertador General San Martín, donde la compañía posee más de 40.000 hectáreas destinadas a la cosecha de caña de azúcar, junto a una reserva de 100.000 hectáreas de bosques nativos que preserva.
Estas alternativas se suman a las que ya desarrollan los ingenios en la región, optimizando cada uno de los usos posibles de la caña de azúcar. Con el jugo de la caña, se elabora azúcar y alcohol, que a su vez utiliza para producir bioetanol. También se utiliza la fibra de la caña para fabricar papel, al que le agrega valor convirtiéndolo en resmas, cuadernos, repuestos escolares y papel ilustración, entre otros productos. Además, en el caso de la empresa Ledesma, particularmente, parte de las fibras y la médula de la caña se envía a las calderas de biomasa para generar energía limpia, que luego la compañía emplea en sus procesos industriales.
El sector está alerta y Ledesma S.A.A.I también. Las alternativas agrícolas emergen ante la presión de los consumidores que tienden a opciones cada vez más saludables. Y Jujuy, con su tierras propicias en valles y ramal, mira al mundo y piensa para su necesario crecimiento productivo, como en el caso de las políticas para la producción de cannabis.
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