El Gobierno Nacional dispuso un incremento del 5% para el bioetanol de maíz y de caña de azúcar, que pasaron de un precio de adquisición de $ 112,839 a $ 118,482 por litro.
La medida de la secretaría de Energía, Flavia Royón, fue dispuesta en el marco de la Ley N° 27.640. Regirá para las operaciones llevadas a cabo a partir del pasado 3 de noviembre y hasta la publicación de un nuevo precio que lo reemplace. El pasado miércoles 2 de noviembre, el organismo ya había ajustado un 21,73% la cotización del bioetanol de caña de azúcar, y un 5,05% la de maíz.
Al igual que en ese entonces, este jueves también se dispuso que el plazo de pago del bioetanol elaborado a base de caña de azúcar y de maíz no podrá exceder, en ningún caso, los 30 días corridos a contar desde la fecha de la factura correspondiente. Asimismo, remarcó, en “los considerandos”, que los precios deben ser actualizados mensualmente.
La cotización de ambos biocombustibles se modifica de acuerdo con la variación porcentual del precio en el surtidor de las naftas comercializadas en las estaciones de servicio de YPF de la Ciudad de Buenos Aires, según lo establecido el pasado martes 25 de octubre por medio del Decreto 709.
Por otro lado, el organismo tiene la facultad de establecer mecanismos alternativos para definir la cotización del bioetanol elaborado a base de maíz y de caña de azúcar, de aplicación excepcional en los casos que se corroboren desajustes importantes.
En ese entonces, desde la industria analizaron que la medida tuvo como objetivo unificar el mismo criterio para la fijación de los valores de estos biocombustibles.
El director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, comentó: “Lo que se hizo es poner blanco sobre negro respecto al desfasaje del precio de bioetanol de caña de azúcar”.
En ese sentido, recordó que el Decreto 717 de octubre del 2021, reglamentario de la Ley de Biocombustibles, había establecido que los precios de bioetanol de caña y de maíz iban a ajustarse en función de los valores de las naftas.
“Ese había sido un pedido de la industria de bioetanol de caña de azúcar, pero la actividad maicera no había quedado conforme. Porque luego se retrasó mucho el precio de las naftas debido a un manejo político. Mientras que la cotización del maíz en los mercados internacionales sufrió una fuerte variación alcista y dejó muy retrasada a la industria. Por eso, el Decreto 184 permitió un mecanismo excepcional para que la Secretaría de Energía ajuste el precio del bioetanol de maíz por otra cláusula que no sea el ajuste de las naftas que fijara YPF. Pero no incluyó al de caña”, detalló.
Por eso, en la práctica, el bioetanol de maíz había quedado, por primera vez, más caro que el de caña de azúcar.
“Lo que dispone el decreto 709 del martes 25 es un ajuste extendiendo la misma excepcionalidad, para fijar precios distintos a los que surgen por vía de la actualización de las naftas, también para el bioetanol de caña, para que la situación se estabilice y haya asimetría entre ambos productos. O sea, es un decreto de forma”, analizó Molina cuando días atrás se dictó esa medida.
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