Cauchari fue el primer anhelo jujeño en materia de energías limpias y hoy es un éxito en pleno funcionamiento, esta nueva etapa que encara la provincia, tanto con capitales estatales como inversiones privadas tiene al hidrógeno como estrella. Al respecto, el director técnico de Cauchari, Guillermo Giralt, se refirió al desarrollo del proyecto pensado para Jujuy que se trata, en principio, de la instalación de una planta de 100 megavatios de energía solar y 20 megavatios de baterías para darle estabilidad al sistema de hidrolización, lo que generaría unas 3.000 toneladas de hidrógeno verde al año, señalando que la inversión para la instalación de la primera fase en el desarrollo de esta tecnología asciende a US$ 150 millones.
“El combustible producido tendría un costo menor a los 3 dólares al kilogramo y se está vendiendo en el mercado mundial a un precio entre 9 y 10 dólares el kilogramo. Con la planta proyectada se generarían ingresos por más de 30 millones de dólares al año, es decir que en 5 años se pagaría la inversión”, señalaron desde el Gobierno.
En este procedimiento, además de producir hidrógeno verde, se podrá obtener oxígeno quirúrgico que se puede utilizar en los hospitales, en la industria en general y específicamente en la industria metalúrgica y metal mecánica.
Con respecto a la superficie necesaria para la construcción de esa futura planta, indicó que prácticamente es como Cauchari 1, recordando que Jujuy en la actualidad cuenta con Cauchari 1,2 y 3 con 315 megavatios instalados y generando energía limpia que ocupan en su conjunto una superficie de 800 hectáreas.
También señaló que las empresas mineras instaladas en la zona de La Puna podrían reemplazar el metano, que es utilizado para evaporar el agua, por el hidrógeno verde para el proceso de obtención de litio. “De lograrse esa sustitución se podrá conseguir que la producción minera sea una producción ecológica y verde”.
Luego comentó que, en las sucesivas fases del proyecto, se venderá energía en horas de la noche, a partir de la utilización de turbinas a gas hidrógeno para la generación de electricidad, porque las líneas de trasmisión de la zona están saturadas durante el día y a la noche están libres, por lo que se tendría la posibilidad de generar una potencia de hasta 700 megavatios durante el horario nocturno. Este tipo de energía estabiliza la línea de transmisión al ser energía firme y podría desplazar generación no renovable de fuente fósil.
“Esto va en sintonía con los objetivos de CAMMESA que en la actualidad quiere bajar la generación de algunas centrales que utilizan gasoil (por su alto costo) y gas metano (debido a la escasez del mismo, utilizando otro combustible, como por ejemplo el hidrógeno verde).”
La puna jujeña posee un gran potencial en la generación de hidrógeno verde a muy bajo costo, se han identificado 10.000 hectáreas disponibles y óptimas para la generación del mismo. En las sucesivas fases de proyecto de hidrógeno verde, la provincia pretende llegar a la instalación de más de 1.000 megavatios de energía solar fotovoltaica para la generación de 400.000 toneladas anuales de hidrógeno verde al año aprovechando el bajo costo de generación de energía solar en La Puna (entre 15 y 20 dólares al megavatio), generando el hidrógeno verde, hoy por debajo de los 3 dólares al kilogramo, y en 5 años por debajo de los 2 dólares al kilogramo, valor muy competitivo a nivel mundial ya que se comercializa actualmente a 9 / 10 dólares en el mercado internacional.
Finalmente indicó que la generación de hidrógeno verde sigue la política provincial del desarrollo tecnológico zonal en energías renovables, iniciado hace seis años por el Gobernador Gerardo Morales, desarrollando la economía local, capacitando al personal de la zona, promoviendo las actividades sostenibles que otorguen educación y trabajo a las comunidades de la provincia.
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