La papa andina es un cultivo ancestral que contiene alrededor de 10 mil años de historia. En Jujuy se producen en la Puna, a unos 300 kilómetros de la capital y de varios tipos: principalmente la papa oca rosada, papa oca, papa churqueña, papa amajana, papa verde, collareja redonda, collareja roja, collareja negra, chacarera y uquía.
Luego de ocho años de investigación, que implicaron identificar y caracterizar genotipos de papas nativas para su multiplicación, se produjo la primera tirada experimental de papas en una planta industrial de la empresa Gauchitas de Balcarce.
La producción logró llegar al envasado para consumo y degustación de referentes gourmet y decisores políticos a nivel institucional y provincial, con el objetivo de avanzar en la producción comercial a partir de la próxima cosecha en 2020.
Sergio Feingold, coordinador del Programa Nacional de Biotecnología y responsable del Laboratorio de Agrobiotecnología de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Balcarce del INTA lidera el equipo de investigación que hizo de la industrialización del producto en snack una realidad. Se estima un volumen de producción de 5.000 kg/ha, a partir de producir entre 60 y 80 mil semillas para distribuir entre productores en la campaña 2019/2020.
“Se comenzó la multiplicación para poder entregarlos a los productores”, explicó Sergio. Tras la identificación de genotipos de alto valor industrial, organoléptico y nutricional para la provisión de papa semilla, “se seleccionaron cinco genotipos de calidad nutricional e industrial superior para producir una cantidad suficiente de ‘papa semilla’ para su cultivo”.
La multiplicación de papa semillas se llevó a cabo en Jujuy durante la campaña 2018/2019, en condiciones cuidadas de la producción en cuanto a sanidad, con riego por goteo y con prácticas de rotación y fertilización que determinaron que el rendimiento logrado fuera varias veces superior al rendimiento medio de las variedades locales en la región.
Con fondos del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECYT), los investigadores y técnicos del INTA buscarán capacitar a productores locales introduciendo mejoras en riego, fertilización y otras prácticas de manejo del cultivo optimizadas en la EEA Abra Pampa y en el IPAF NOA de Jujuy para incrementar su producción y sostenibilidad.
En 2016, en el IPAF de la Región NOA se restituyeron a las comunidades y productores locales de Jujuy unos 100 genotipos que se habían multiplicado a partir de la colección de larga data de papa andina conservada en el Banco de Germoplasma de Papa y Forrajeras del INTA Balcarce.
“Este hecho permitió resaltar el valor de la conservación ex-situ en bancos de germoplasma y a su vez reconocer el compromiso de los productores locales con la conservación de la diversidad genética in situ”, añadió Sergio.
Del proyecto forman parte Sofía Sucar, Martín Carboni, Silvana Colman, Gabriela Massa, Silvina Divito, Mónica Colavita, Florencia Rey, Natalia Norero, Cecilia Décima, Matías González, Paula Laserna, Leonardo Storani, pertenecientes al Laboratorio de Agrobiotecnología de Balcarce; Darío Castro, Irma Cusi y Marcelo Echenique a la EEA Abra Pampa; Guillermo Aracena y Damián Alcoba del IPAF NOA (Hornillos); y Juan Rosenthal, de la empresa Gauchitas (MakeitHappen SA).
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